Argentina puso el alma pero no pudo con España en la final del Mundial de Básquet

Cayó 95-75 en el partido decisivo del Mundial disputado en China. El equipo ya había conseguido el pasaje a Tokio 2020. Más allá de la derrota, el argentino fue un equipo para la historia

A Argentina le hicieron lo que Argentina hizo todo el Mundial: volver loco a su rival. Argentina, sin embargo, quedará en la historia por ser el equipo que volvió locos a todos. Para bien, para enamorar a los hinchas de nuestro país. Para “mal”, para sacar de sus cabales a sus adversarios en el histórico mundial de básquet que se terminó en China.

La selección argentina de básquet, el equipo de Luis Scola, de Facundo Campazzo y otros cracks, no pudo en el último paso. Cayó en la final del Mundial ante una España impecable. Fue 95-75.

España dominó de principio a fin. Apagando las virtudes de una Argentina llena de virtudes, de una Argentina que, igualmente, se lleva el reconocimiento eterno por volver a jugar una final mundialista.

El conjunto dirigido por Sergio Hernández logró el pase a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y logró, al mismo tiempo, sostener el proceso de renovación del seleccionado.

Detalle del partido

España arrancó a pleno y sacó rápidas ventajas: 14-2 en 4 minutos. Argentina, como le pasó a sus rivales en los partidos anteriores, apeló al individualismo, y con ocho puntos de Nicolás Brussino achicó 8-14.

Y siguió, el equipo nacional, para ejecutar un parcial de 11-0 para ponerse a 1 (13-14) con 2’20 por jugar del primer capítulo.

Pero los españoles siguieron adelante con el plan de juego y cerraron el cuarto inicial ganando 23-14.

Nicolás Laprovíttola, con 7 puntos seguidos, mantuvo cerca en el tanteador a la selección, pero sin acercarse en el mando del juego. Es que cada vez que Argentina insinuó una reacción, España tuvo la respuesta justa.

Fue Sergio Llull, el base compañero de Facundo Campazzo en el Real Madrid, el amo y señor del primer tiempo, aún por encima del NBA Ricky Rubio, y el seleccionado europeo se fue al descanso 43-31.

A pleno, España alargó a 22 la diferencia, 55-33 en 4’25 del tercer segmento. A falta de juego, la selección no le aflojó al corazón, y buscó meterse en juego con un par de triples, primero de Gabriel Deck y después de Campazzo, para achicar 39-55.

Volvió Llulll y le puso el freno a la reacción nacional.

Raro en la historia del seleccionado, Luis Scola recién anotó sus primeros puntos del partido pasando los 6 minutos del tercer período. Pero fue ítem que Argentina no pudo solucionar y penó. Y España siguió dominando 66-47.

Decidido, el seleccionado nacional salió a jugarse todo en el capítulo final. Con Deck como motor, el equipo de “Oveja” Hernández ejecutó un parcial de 11-4 en tres minutos para achicar 58-70.
Por primera vez, España se sintió incómodo. Pero Gasol, con su experiencia, más Llull y Rubio, supieron jugar el cierre y quedarse con la Copa del Mundo.

Argentina no pudo ser Argentina porque España fue la mejor España. Argentina, igual, escribió una de las páginas más gloriosas de su historia.

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