Priscila Leguiza Lafuente fue asesinada por su madre y su padrastro. Ayer el Tribunal Oral Criminal 5 de Quilmes dio a conocer que ambos fueron condenados a la pena de prisión perpetua. Pasadas las 14.45 se dio informó la resolución de los jueces Gustavo Farina, Mónica Rodríguez y Juan Mata.
La pena es por matar, quemar y arrojar el cuerpo de la nena de 7 años a un arroyo del partido de Berazategui en 2014. El lunes fueron declarados culpables de los delitos de «homicidio agravado por el vínculo, premeditación, ensañamiento y alevosía». Con el voto en primer lugar del doctor Farina, Silvana Lafuente como Pablo Verón Bisconti recibieron el máximo de pena que fija el Código Penal. Durante la etapa de alegatos, la fiscal Mariel Calviño había solicitado la pena de prisión perpetua para ambos por «homicidio agravado por el vínculo».
Por su parte, las defensas oficiales de los imputados habían pedido la absolución para ambos por el beneficio de la duda, ya que se culparon mutuamente del hecho.
Además, requirieron que, en caso de ser condenados, sea por «homicidio preterintencional», es decir que golpearon a la niña pero sin intención de matarla.
El crimen de Priscila comenzó a investigarse el 4 de enero de 2014, cuando Lafuente denunció ante la Policía la desaparición de su hija, a quien dijo haber visto por última vez el primer día del año.
El cadáver fue hallado días después, el 7 de enero, entre los pastizales y arbustos del arroyo Las Conchillas, en el límite entre Berazategui y Hudson.
Durante el juicio todas las pruebas incriminaron a los imputados, desde los relatos contundentes de los hijos hasta la incriminación mutua cuando ambos pidieron por medio de sus letrados defensores declarar en las audiencias.
