Cine y debate en el espacio INCAA local

Se proyectó Hombres de Piel Dura, último largometraje del cineasta quilmeño José Celestino Campusano. Una vez finalizado el filme tuvo una charla y reflexión sobre su obra

En el Espacio INCAA Quilmes se presentó Hombres de Piel Dura, el último largometraje del cineasta quilmeño José Celestino Campusano, en una función donde posteriormente hubo gran debate y reflexión junto a los espectadores con relación a la temática del film, además de un sentido homenaje al mítico director y maestro audiovisual José Martínez Suárez.
Tras participar este año en la competencia del Bafici, Campusano vuelve a desafiar al público (fiel a su estilo) con personajes sin medias tintas a los que lleva al límite del realismo. En este largometraje se cuenta la maduración sexual y afectiva de Ariel, un adolescente nacido y criado en la zona rural de la provincia de Buenos Aires, donde vive junto a su padre y su hermana. Seducido por Omar, sacerdote católico de su comunidad que aprovechándose de su inexperiencia lo manipula, Ariel sale, como suele decirse, a conocer el mundo, probando nuevas experiencias con otros hombres.
Expresándose respecto a su estilo de hacer cine, Campusano manifestó que «creo que si bien mi cine incluye escenas que en otros tiempos podrían haber generado un sismo, ahora no en absoluto. Con la llegada de Internet donde hay un acceso irrestricto a la pornografía, a lo explícito, a lo duro en esos términos, eso se naturalizó y son muchas las cosas que cambiaron».
Campusano, hijo y hermano de boxeadores, estudió cine en la Escuela de Avellaneda y escribió a principios de la década del 90 Mitología marginal argentina, libro autorreferencial sobre relatos del conurbano que ya cuenta con dos ediciones, una suerte de bocetos de su estilo cinematográfico. Además está al frente de la productora Cine Bruto, con la que en los últimos meses se metió a fondo en el campo del inmersivo, y es impulsor de la Red Nacional e Internacional de Clusters audiovisuales, con la que propone el desarrollo de un cine sustentable basado en el cooperativismo.
Para finalizar, y metiéndose de lleno en Hombres de Piel Dura, el quilmeño resumió: «como la mayoría de mis películas, tiene un caudal de hechos reales importante. Todas, algunas más, algunas menos, son combinaciones incluso de historias que provienen de distintas personas. Para esta tuve acceso a curas católicos que habían sido protagonistas de hechos sexuales con la comunidad, ya sea con mujeres o con menores, y todo eso fue nutriendo la trama».

 

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