Una nueva apuesta fuerte de Voces Anónimas, el popular y tradicional ciclo uruguayo que sumerge al público en el universo mágico de los mitos y las leyendas de la mano de Guillermo Lockhart. En esta oportunidad, y tras lo que fue en febrero la obra La Mansión Winchester, fue el turno de La Llorona, uno de los personajes más relevantes y terroríficos de las historias urbanas, al menos de esta parte del continente.
Un espectáculo itinerante, otra vez con el majestuoso Castillo Pittamiglio como sede, donde el público llevó a cabo una misión espeluznante junto al grupo de investigadores paranormales “Uruguay Sobrenatural” liderado por la prestigiosa médium Alina Cárdez. Es así que los presentes pudieron realizar un emocionante viaje al corazón del Parque Rivera y escuchar sus lamentos, además de tener un encuentro cara a cara con La Llorona.
Diario EL SOL tuvo de nuevo la chance de asistir a esta obra y participar del recorrido, siendo el único medio argentino en hacerlo. Obviamente hubo tiempo de dialogar con el conductor y director de Voces Anónimas, quien manifestó su satisfacción por esta experiencia y la gran producción lograda: “el balance es muy positivo porque es la tercera experiencia, tenemos un equipo que se consolida, dando unos cuantos pasos a nivel de escenografía, técnica y efectos especiales; fue un trabajo de muchos meses y se notó. El público quedó muy contento, es más, tal vez dentro de todo el éxito y todo lo bueno, el punto negativo fue que desbordó de gente y se generó una cola tremenda en la entrada que no estaba en nuestros planes. Pero eso es señal de que había mucha expectativa y finalmente las cosas salieron muy bien por suerte”.
Sobre cuál fue el motivo que los llevó a elegir a La Llorona como protagonista de este nuevo recorrido de terror, Lockhart sostuvo que “La Llorona es un emblema y además algo que nos llamó la atención como para jugarnos por esta historia que es conocida en toda Latinoamérica, especialmente en México, y en Argentina no solo en Buenos Aires. Entonces nos pareció un caso muy particular que se conoce en Uruguay también y luego de venir de La Mansión Winchester que es una historia internacional, La Llorona era seguir por el mismo camino pero asociada a nuestro país y nos gustó la idea. Además es un personaje que atrae mucho a la hora de hablar de terror”.
Es por ese motivo que este tipo de historias repercuten tan de cerca en la gente: “el público le teme a La Llorona, ese espanto femenino, especialmente su llanto, su lamento, y la propuesta era venir al Pittamiglio ambientado como si fuera el Parque Rivera, y animarse a tener un encuentro con ella, escuchando su llanto más cerca de lo imaginado. La gente vibró, saltó de miedo, más allá del laberinto y los sustos, porque también había una obra de teatro que funcionó muy bien”, detalló el también escritor.
Tal cual lo dicho anteriormente, el tema de la producción fue una apuesta fuerte, y así lo subrayó Luis Lesniewicz de Juegos Paranormales, otro de los integrantes del equipo de trabajo: “crecimos un montón, mejoramos un montón respecto de lo que fue La Mansión Winchester con el tema de los sustos, muchos más actores, más escenografía, así que por suerte elevamos un poco la vara entre una y otra obra”.
Daniel Díaz, quien fue uno de los actores encargados de “asustar al público”, indicó por su parte: “hubo un ambiente tremendo, es increíble estar ahí y compartir con la gente esta experiencia. Ver los rostros de ellos, cómo llegan a ese momento, es impresionante, y vos lo disfrutas con la gente”.
Para finalizar, Guillermo Lockhart señaló: “estamos deseando que Argentina nos abra las puertas; es una de las propuestas de acá a fin de año llevar La Mansión Winchester, La Llorona, o incluso alguna leyenda de tu querido país, y hacer el despliegue en Buenos Aires. Ya estamos en tratativas con gente que hace producción allá y es uno de los objetivos”, al tiempo que añadió que la próxima obra estará enfocada en Halloween: “será una movida muy grande junto con el Día de los Muertos, incorporando sorpresas y agrandando el lugar, porque esta parte del restaurante del castillo no se utilizó el año pasado, entonces nos permitirá hacer algo mucho más grande”.
Andrés Alcaraz
