General Motors reduce su producción y suspende personal hasta febrero

Smata, el gremio de los mecánicos, acordó con la multinacional General Motors, un cronograma de suspensiones hasta febrero de 2019, que van de 7 a 10 días por mes a cada uno de los casi 1.500 trabajadores de la planta rosarina de Alvear, quienes pasarán a cobrar el 70 % de las horas no trabajadas.

En declaraciones a El Ciudadano, el titular de la filial Rosario de Smata, Marcelo Barros, quien mantuvo en la planta de Alvear ocho asambleas con trabajadores de los diferentes  turnos, para explicarles “cómo venía la mano”, relató que le dijo a la empresa “podemos negociar todo lo que quieran, pero con trabajadores adentro”.

Barros sostuvo que los trabajadores comprendieron al instante que la cosa venía mal y las razones por las que la fabricación del Chevrolet Cruze, salía de la línea de producción: “La caída de las ventas al mercado interno, y de las exportaciones a Brasil, lo que ha generado a la firma una acumulación de stock de más de 20 mil vehículos que no puede colocar”.

En ese marco de incertidumbre, Barros les aseguró a sus representados que desde el próximo 17 de septiembre al 31 de enero de 2019, período en el que se aplicarán las suspensiones, “no habrá ningún despido”, a pesar de la eliminación de uno de los dos turnos actuales.

Sin embargo, las malas noticias para los trabajadores mecánicos, no terminaban ahí, ya que las suspensiones no sólo afectarán a General Motors, sino también a las empresas que les proveen autopartes:  “En total vamos a tener 2.200 suspensiones”, marcó Barros.

“Esto es lo que pudimos conseguir”, se sinceró Barros. El dirigente sindical explicó que el acuerdo, que se terminó de entretejer ahora, tuvo el viento a favor de tener ya en el horizonte las vacaciones. Simplemente las licencias se van a adelantar, con lo que la merma salarial que afectará a los trabajadores también se reducirá.

El acuerdo también contempla que no afectará el próximo medio aguinaldo, que los trabajadores cobrarán al 100 por ciento, ni tampoco a las vacaciones, aunque para ello el acuerdo contempló  que un plus deje de ser remunerativo, “para no tener descuentos”, para que no toque el bolsillo.

En esa línea, el plus se pagará el 2 de enero, y las licencias arrancarán desde la segunda semana de diciembre. El 20 de diciembre, en tanto, gremio y patronal se volverán a reunir para evaluar la marcha del convenio y ver cómo sigue, sobre lo que el dirigente de Smata es cualquier cosa menos optimista.

Pero la clave, marcó Barros, está en los puestos de trabajo. “Nosotros defendemos que la gente no salga del sistema, porque después se hacen monotributistas y no vuelven a entrar nunca más”, explicó.

Lo cierto es que ya ocurrió en General Motors, que viene desprendiéndose de personal por la vía de retiros voluntarios. Casi una década atrás, en 2009, el gobierno nacional concedió un crédito a la firma financiado por la Ansés a cambio de preservar, en ese entonces, 300 puestos de trabajo. Hoy la realidad es otra: “Este gobierno nos va a lleva r al precipicio. No tiene plan industrial”, consideró Barros. Y lamentó en ese esquema que la caída general haya truncado la ley insignia de Smata, aprobada a mediados de 2016, que establecía una cronograma ascendente de autopartes de fabricación nacional en la producción de vehículos.

 

Fuente: InfoGEI Jd

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