María Julia Oliván contó su experiencia junto a su hijo Antonio, quien fue diagnosticado al año y ocho meses con trastorno del espectro autista.
En una entrevista en El diario de Mariana, la periodista detalló cómo fue la primera consulta con un pediatra que lo derivó al neurólogo.
“Al año y ocho meses fui a una consulta de rutina y su pediatra me mandó al neurólogo. Me dijo ‘confiá en mí’. Yo le decía ‘Antonio, vení’ y no me daba bola, pero pensé que era su carácter”, señaló Oliván.
Luego continuó: “El neurólogo lo observó y ese síntoma, que no responda a su nombre, es uno de los que tiene que despertar alerta. Y otro que yo no había advertido era que señalaba cuando era chiquito, como todos los nenes que quieren algo antes de empezar a hablar, y había dejado de señalar. De eso me di cuenta después mirando videos de las vacaciones. Lo tomaba como natural que lo llamara y no se diera vuelta”.
Por su experiencia, Oliván llamó la atención sobre el tratamiento temprano. «Cuando tiene un año y 8 meses se llama diagnóstico presuntivo, que quiere decir que la estimulación temprana es híper importante porque puede haber muchísimos cambios”, alertó.