Nueva jornada de audiencias

El debate continuará el lunes 26 para que la fiscalía pueda convocar a testigos que residen en el interior del país. Declararon algunos de los investigadores del caso

Con la teleconferencia de una perito que se refirió a la ceguera de uno de los cinco imputados y de varios policías que llevaron adelante las investigaciones, siguió adelante ayer una nueva jornada en el juicio por el homicidio de un custodio que cumplía funciones en el binbo Golden Jack de la Avenida 844 al que abatieron con una ráfaga de ametralladora para robarle dos sacas del dinero de la recaudación de la casa de juegos. El debate se suspendió hasta el lunes 26 para que la fiscalía pueda convocar a unos testigos que residen en el interior del país.
Ante el pedido del fiscal Sebastián Videla para convocar a unos testigos considerados relevantes para el proceso, a pesar de la oposición de las defensas los magistrados del Tribunal Oral 2, Pablo Pereyra, Ariel González Elicabe y Félix Roumieu decidieron permitirle al encargado de la acusación citar a los comparecientes para el lunes 26. Previo a ello brindaron su testimonio una perito, mediante teleconferencia, que brindó precisiones de la ceguera que aqueja a Alejandro Capdevilla, uno de los encausados.
Asimismo hubo dos testigos, dos policías de investigaciones que brindaron detalles de como llegaron a los domicilios allanados que permitieron dar con los aprehendidos, ambos refirieron a que se trató de dichos de un sujeto que conocía a uno de los uniformados y señaló que por dichos de terceros «se estaba hablando de hacer el robo y que la banda ya estaba armada».
Luego los defensores de los imputados Ariel Benítez; Juan Cosentino; Alejandro y Héctor Capdevilla y Juan Carlos Barrera Reynoso fueron coincidentes en remarcar que pretendían que las audiencias de testigos concluyeran ayer aunque finalmente aceptaron la decisión del TOC 2.
Uno de los planteos realizados fue el del doctor  Rubén Carrazzone, patrocinante de Benítez, que pidió celeridad en los tiempos, «considerando que mi asistido lleva cuatro años privado de su libertad».

Los hechos

El crimen ocurrió a las 9.45 del 30 de septiembre de 2013 en la puerta del Banco Provincia ubicado en la avenida 844 al 2544 de San Francisco Solano, partido de Quilmes.
Isidoro Pucheta, quien trabajaba como empleado de seguridad en el bingo Golden Jack, trasladaba junto a otros dos vigiladores desarmados, dos sacas con 120.000 pesos desde la casa de juegos ubicada en la misma cuadra, avenida 844 al 2516, hacia la sucursal bancaria.
Fuentes de la investigación revelaron que en el asalto intervinieron seis delincuentes que llegaron al lugar en dos vehículos, una camioneta Renault Duster azul y un Audi A3 plateado.
Varios de los asaltantes, fuertemente armados, fueron los que rodearon y abordaron a los hombres de seguridad.  Al ver a los asaltantes, Pucheta extrajo de entre sus ropas su pistola 9 milímetros, pero no llegó a disparar y los delincuentes abrieron fuego contra el empleado de seguridad con un fusil y una ráfaga de ametralladora.
Las pericias determinaron que hubo al menos 15 balazos y que los delincuentes dispararon con una ametralladora calibre 45 y un fusil de asalto 9 milímetros.
Al día siguiente, en la localidad de Monte Grande, un hombre con antecedentes identificado como Sergio Lemos, apareció muerto a balazos en el interior de un auto Volkswagen Fox.
Luego del análisis del video del hecho, donde se lo ve con las mismas ropas que luego vestía el cadáver, y tras una serie de tareas investigativas, los pesquisas determinaron que se trataba del delincuente que había sido herido de bala por uno de sus propios cómplices durante el asalto y escapó tomándose el abdomen.
Uno de los investigadores contó que, según el testigo de identidad reservada, «a Lemos lo balearon a propósito para repartir el dinero entre menos delincuentes», trascendió en las pesquisas realizadas.

Uno de los policías que brindó su testimonio de los jueces del Tribunal Oral Criminal 2
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