A pocos días de que le amputaran la pierna equivocada a una mujer de 67 años en el Nuevo Sanatorio Berazategui, se dio a conocer un nuevo y estremecedor caso en la misma institución.
Otra mujer, de nombre Teresa, ingresó en abril para ser operada del píloro (la válvula inferior que conecta el estómago con el duodeno) y el cirujano le quitó la vesícula.
Al darse cuenta, el médico le hizo el mismo día una segunda operación sobre el órgano correcto y, un mes después, la paciente murió.
La abogada de la familia, Paola Stekloff, afirmó en declaraciones periodísticas que «se trata de un nuevo caso de mala praxis que se suma a 8 más que salieron a la luz estas semanas cuando se conoció lo que pasó con la primera mujer. En la mayoría se trata de jubilados».
Teresa fue diagnosticada en enero de este año de una obstrucción en el píloro. «Era una cirugía compleja que requería de un instrumental determinado», aseguró la letrada y contó que el médico salió del quirógrafo y les dijo a los familiares que la operación de vesícula había salido bien. Cuando ellos le dijeron que la mujer había entrado por otro problema de salud el profesional se fue y regresó a las 3 horas.
«Les dijo que la habían operado del píloro y quiso tapar su equivocación al justificar que le sacaron la vesícula porque estaba comprometida. Sin embargo, la familia tiene los estudios previos que muestran que no tenía problemas en ese órgano», aseguró la abogada.
Teresa murió el 22 de mayo y la abogada afirmó que «las pericias mostraron que fue porque le hicieron mal la operación de vesícula».
«El médico no sólo reconoció que se equivocó sino que podría haberle hecho una cirugía exploratoria días después y se podría haber salvado», concluyó.