Pai umbanda está prófugo

Nadir Correa de Meneses fue condenado años atrás a prisión perpetua por el crimen de un anciano, al que mató para cobrar el seguro de vida. Pidió prisión domiciliaria y se dio a la fuga

Un pai umbanda que hace años mató a un hombre mayor en Berazategui junto a la hija de la víctima, en un macabro plan para cobrar un seguro de vida, está profugo de la Justicia hace casi siete años. Sobre Nadir Correa de Meneses pesa un pedido de captura internacional y tal consta en el Juzgado de Ejecución Penal Nº 1 el evadido había sido beneficiado con prisión domiciliaria por cuestiones de salud y al lograr salir de la cárcel se dio a la fuga y es buscado hasta estos días.
El caso del pai Correa de Meneses no fue uno más: se le aplicó una pena de prisión perpetua por el asesinato de un hombre en un templo umbanda de Quilmes, cometido por dos personas, una de ellas hija de la víctima, quienes pretendían cobrar un seguro de vida del fallecido. Sin embargo en la actualidad ha evadido el accionar de la Justicia al profugarse en el año 2011 cuando se le otorgó la posibilidad de acceder a «prisión domiciliaria» por cuestiones de salud, desde esa época no se sabe más nada del pai que se especula se habría ido a Brasil de donde es oriundo.
El hecho tuvo lugar el 30 de abril de 1995 y como «desenlace el homicidio de Luis Ceballos, quien, a través de maniobras engañosas, fue inducido a concurrir al domicilio de Correa de Meneses (pai que planificó el crimen), sede de un templo umbanda, lugar en el que fue ultimado por este último con la complicidad de su consorte de causa»; pero esta mujer no era una más, era la hija del fallecido.
Esta última mujer, «como hija de la víctima, procuraba así heredar el dinero de su padre, amén de recibir el monto proveniente de un seguro de vida contratado» por el hombre asesinado, según lo determinado por la Justicia local.
Las condenas eran dictadas por la Sala II de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de Quilmes, que había sentenciado al principal acusado -identificado como Nadir Correa de Meneses- como autor de «homicidio agravado por el móvil de codicia», y a la hija de la víctima como «partícipe necesario».
Según consta en la causa, la víctima fue llevada a una habitación del templo donde el acusado le pegó un tiro en la nuca, que le provocó la muerte, y con la ayuda de una tercera persona, intentaron deshacerse del cuerpo. Todo esto, según los jueces, fue presenciado por un testigo de 10 años que testificó en la causa.
La sentencia elaborada por los magistrados de la Sala II en lo Penal de Garantías y Apelaciones donde se recuerda que los condenados además de asesinar al anciano mediante un tiro en la nuca efectuado por el pai llevaron el cuerpo ya sin vida para arrojarlo en un descampado de 127 y 17 de Berazategui.
Este elemento quedaba acreditado cuando un pequeño había visto cómo tres personas cargaban un bulto en un Dodge 1500, el que después fue producto de investigación donde se hallaron manchas de sangre del fallecido. En los fundamentos consta una tensa relación entre la imputada y la víctima ya que Graciela Ceballos se oponía a una relación que su padre tenía con una mujer como también que la condenada tenía pólizas que había contratado y que de acuerdo a lo acontecido en el proceso la mujer tenía intención de cobrarlas con celeridad.
Como agravante de la condena de Correa de Meneses, los camaristas quilmeños tomaron en cuenta la condición de pai del homicida, que contaba con la confianza de sus fieles y en virtud de ello se aprovechó del estado de indefensión de Luis Ceballos.

Sobre Correa de Meneses pesa un pedido de captura internacional
Compartir