En el marco de su gira “Star Crossing Kinetic Pioneers 2018”, Arcturus, los reyes noruegos de la atmósfera y el avant garde, hicieron vibrar el escenario de The Roxy Live, en un concierto organizado por Icarus Music. Cabe destacar que los escandinavos volvieron luego de casi dos años, para repasar en 16 canciones sus 30 años de trayectoria, como parte de este tour que los llevó por ocho países y doce ciudades del continente americano.
El telón se abrió cuando los hermanos paraguayos de Wisdom subieron al escenario para dar comienzo a esta gran velada, siendo este el primer show de ellos aquí. LK Seldrack comentó que sinceramente no son de dar muchas palabras al público pero que estaba contento de poder tocar en Argentina.
Después llegó el turno de los locales Alma Matter, cerrando su gira “El Último Camino del Héroe 2018“. Con un recital de casi media hora repasaron varias joyas de toda su historia.
Luego de finalizado el show de Alma Matter, sucedió algo que nadie se esperaba: Steinar “Sverd” Johnsen (teclado), Jan Axel “Hellhammer” Blomberg (batería), Knut Magne Valle (guitarra), Hugh Mingay (bajo) y Simen “ICS Vortex” Hestnæs (voces) entraron entre medio de todo el público para subir al escenario y esperar a que esté todo armado para salir a tocar unos 15 minutos más tarde.
Arrancaron con “Kinetic” y “Nightmare Heaven”, temas que abren su disco “The Sham Mirrors” (2002); los cuales fueron continuados por “Crashland”, segundo tema de “Arcturian” (2015), su más reciente trabajo.
Durante la hora y media de show recorrieron sus cinco discos de estudio, los cuales si bien distan bastante en tiempo y espacio uno del otro, al representarlos en vivo, los mismos quedan como alineados.
El recital contó con un total de 16 composiciones que recorrieron sus discos “Aspera Hiems Symfonia” (1995), “La Masquerade Infernale” (1997), “The Sham Mirrors”, “Sideshow Symphonies” (2005) y “Arcturian”, destacándose, solo por citar algunas, “Angst”, “Game Over”, “Painting my Horror”, “Alone” y “The Chaos Path”.
La atmósfera en el reducto ubicado en el barrio porteño de Palermo fue tranquila pero enérgica, el público cantó y disfrutó de cada tema. Al fin de cuentas, un éxtasis ideal para ser parte de los pasajeros que volaron musicalmente a través del universo y sintieron en su piel la sensación del verdadero black metal ambiental.
Colaboración: Gonzalo Sutil (Venas de acero)
