Volvieron las quejas o, mejor dicho, nunca se fueron. Distintos vecinos del distrito mostraron su preocupación por una problemática que parece no tener solución: la profanación de tumbas y robo de placas en el cementerio municipal de Ezpeleta.
Meses atrás, Diario El Sol había reflejado el inconveniente que afectaba a gran cantidad de lugareños. En esta oportunidad, un residente contó que los hurtos de placas, fotos, mármoles o cristos de bronce continúan sin piedad alguna. En la tumba de uno de sus familiares ya no quedó nada.
En diálogo con El Matutino del Gran Buenos Aires, el vecino afectado señaló que «el otro día fui a visitar a mi papá y pude comprobar cómo siguen robando día a día sin que nadie del Municipio de Quilmes haga nada para darle un final a esto. Fui a la oficina de entrada a pedir explicaciones y un encargado me llevó a hablar con la autoridad máxima que no fue capaz de cortar su teléfono para hablar conmigo. Lo estuve esperando durante 20 minutos, pero me tuve que ir porque ya estaba cerrando el lugar».
Agregó que: «las fotos que saqué parecen de una película de terror o de imágenes de un cementerio después de una guerra. Ya ni los muertos pueden descansar en paz».
Son muchos los habitantes de nuestra ciudad afectados con los citados inconvenientes. Es por eso que los vecinos esperan respuestas y sobre todo seguridad en la necrópolis local para que sus seres queridos puedan descansar en paz.
