Scioli: una nueva investigación

Al exgobernador lo investiga la Justicia a raíz de 78 vuelos, entre 2014 y 2017, en el helicóptero de un proveedor al que le habrían adjudicado obras de manera irregular por millones

Los vuelos otra vez complican al diputado Daniel Scioli. El exgobernador ya era investigado por los supuestos viajes de campaña en aviones que eran pagados con fondos públicos. Y ahora la Justicia investiga si entre mediados de 2014, cuando aún era mandatario provincial y fines de 2017 habría realizado 78 vuelos en dos helicópteros que pertenecen al empresario de la construcción Ricardo Miller. Scioli y Miller tienen un vínculo personal y ambos acaban de ser procesados y citados a indagatoria por el fiscal platense Álvaro Garganta, porque durante la gestión del exgobernador le adjudicaron de manera irregular nueve obras por más de 117 millones de pesos a la constructora del empresario.
Los helicópteros que habría utilizado Scioli para los vuelos son un Robinson R 44 II y un Robinson R 44 Raven II que Miller opera a través de su compañía de taxis aéreos Fast Fly Service SA. La información de los vuelos se desprende de un informe de la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC) anexado en el expediente judicial al que accedió Diario Clarín. En esos registros quedó asentado que el primer vuelo bajo sospecha lo realizó el 24 de julio de 2014 y tuvo como destino final el helipuerto de Villa La Ñata, ubicado frente a la casa que el diputado tiene en la zona de Benavídez, en Tigre. Lo hizo construir cuando era gobernador para poder moverse con mayor facilidad y lo usaba casi con exclusividad.
En los registros de la ANAC ese helipuerto figura con las siglas HVA y está autorizado para operar como base privada. Por eso la Justicia cree que todos los vuelos que bajaban allí eran de Scioli y su entorno. Así lo dejó escrito el fiscal Garganta en el escrito en el que procesó y citó a indagatoria a Scioli y Miller: «El vínculo personal desarrollado entre ambos se extiende a la utilización por parte de ex gobernador de dos helicópteros propiedad de Ricardo Miller que indica la multiplicidad de vuelos con destino o procedencia en Villa La Ñata que por su cantidad no se corresponden con el escaso movimiento del predio que desde el año 2013 explotaba Miller».
Los voceros de Scioli, según informa Clarín, negaron que el exgobernador haya usado esos helicópteros y dijeron que cuando era gobernador utilizaba los «oficiales». «Contestará en la Justicia todos los cuestionamientos», agregaron.
La relación comercial entre Scioli y el empresario se remonta a julio de 2013, cuando Miller le alquiló un terreno de 41.000 metros cuadrados en Villa La Ñata a Capanone SA (la sociedad de la que Scioli posee el 99% de las acciones) para montar un emprendimiento hotelero. Primero lo hizo por medio de una socia y luego, a partir de octubre de 2014, a través de la sociedad, Multiespacios La Posada SA. Se pagaron $4.464.960 en 60 cuotas mensuales.
En paralelo, la compañía constructora del empresario, Miller Building International SA, se quedaba con contratos millonarios para la construcción de las Unidades de Pronta Atención (UPA) en la Provincia.
La obra más emblemática y que revela la vinculación que Miller tenía con Scioli es la construcción de Villa La Ñata Sporting Club, el gimnasio y microestadio de futsal que pertenece al exgobernador y que lleva el mismo nombre que el equipo en el que juega de delantero el diputado, al que apodan «Pichichi» dentro de la cancha por su capacidad goleadora. El club fue construido por Miller Building en el mismo predio donde está La Ñata, la casa de Scioli sobre el río Luján en Tigre.
En enero de 2017, cuando el exgobernador ya había dejado su cargo, finalmente Miller le compró el terreno que le alquilaba en US$ 3.850.000. Para la Justicia, detrás de esa transacción podría esconderse una «dádiva». Los vuelos en helicóptero correrían la misma suerte.

Daniel Scioli (Archivo El Sol)
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