Semana de malas noticias

Los hechos delictivos ocurren todos los días de la semana, algunos más trascendentes por la difusión que le dan los medios noticiosos y otros que pasan un tanto desapercibidos, excepto para los víctimas. Es algo así como que estamos acostumbrados a los robos o asaltos.
Sin embargo, otros delitos que se descubren no dejan de asombrarnos por la calidad de los mismos. Lo sucedido con los jóvenes de la pensión del Club Independiente, que fueron víctimas de abusos sexuales y una red de prostitución realmente escapa a cualquier imaginario delictual. Los clubes en general son instituciones sanas que a través de la práctica de distintos deportes logran sacar a los chicos de la calle y evitar su cercanía con la droga y el delito, pero en este caso ocurrió al contrario de esos fines y los sumergió en un mundo promiscuo muy alejado de las normas legales y de conciencia moral y ética. Seguramente los culpables pagarán con su libertad por ello, pero los jóvenes tendrán que superar lo vivido, tarea no tan sencilla por las secuelas que dejan estas acciones horrendas.
Al mismo tiempo, siguen ocurriendo femicidios inexplicables y fuera de toda lógica, como padres que no sólo asesinan a sus parejas sino que lo hacen delante de sus hijos o intentan quitarles la vida también a ellos.
También el último sábado a la noche fue asesinada una persona en San Justo que se resistió al robo de su auto que había comprado tres días antes y un comerciante en Gerli por un menor de edad y al resistirse que lo asaltara.
Estos dos últimos casos podemos decir que son hechos de inseguridad por falta o escaza protección de los organismos del Estado que deberían ocuparse de ello y que ocurren desde hace mucho tiempo y seguramente lo seguirán haciendo ya que no existe el delito cero.
Pero los dos primeros es como que están fuera de la responsabilidad primaria de los gobiernos. Son problemas de conducta social de las personas difíciles de prevenir a pesar de los esfuerzos que se realizan y campañas de concientización que se producen tendientes a evitar y controlar los abusos sexuales y los femicidios.
Agredir mujeres y aprovecharse y abusar sexualmente de jóvenes no son una conducta decorosa y mucho menos socialmente aceptadas. Se debe aprender que las parejas no son objetos o cosas propiedad de los hombres, son personas libres y dueñas de sus actos que se merecen todo el respeto y trato igualitario en las relaciones de convivencia.
Espero que podamos avanzar en la comprensión de estos principios básicos y tener conductas honestas y respetuosas para con nuestras mujeres y niños, evitando hechos como los sucedidos.

Por Mario Naldi
Comisario Mayor (RE) de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Presidente de Global Solutions Consultora Integral SA.
mario.naldi@globalsolutions.com.ar

El comisario mayor (RE) Mario Naldi
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