Personal de la DDI La Plata, a cargo de Néstor Muñoz, atrapó a un sujeto que el mes pasado había violado el sistema de salidas transitorias de la Unidad 42 de Varela. Insólitamente, el prófugo fue detenido cuando fue a hacer un trámite a un Juzgado.
Todo comenzó cuando al sospechoso, que cumplía condena de cinco años por un robo doblemente calificado, se le otorgó el beneficio de salidas transitorias a falta de unos meses para finalizar su reclusión. Sin embargo, nunca regresó y comenzaron a buscarlo.
Tras tareas investigativas llevadas adelante por los efectivos, lograron establecer que tenía planeado enviar a un familiar al Juzgado de Ejecución Penal con el objetivo de averiguar acerca de su situación.
No obstante, los agentes supusieron que el propio individuo podría hacerse presente, por lo que montaron vigilancia en el lugar, ubicado en 7 y 68, siendo finalmente capturado.
Amenazas de bomba
Un recluso hacía amenazas de bomba desde la cárcel de La Capilla. El sujeto, de 20 años, se encuentra preso en el Pabellón Nº 4 de la Unidad 54, cumpliendo condena por «robo calificado en poblado y en banda con la participación de un menor de edad». Desde allí se supone que realizaba las llamadas intimidatorias contra la estación de Florencio Varela.
Tales amenazas habían sido recibidas el 26 y 27 de julio. La Fiscalía Nº 21 de Quilmes había iniciado actuaciones judiciales por el delito de «intimidación pública» y había dado lugar a las pesquisas policiales. Los detectives entonces iniciaron las investigaciones que incluyeron la recolección de datos e información de grabaciones de la comunicación, con la voz masculina hablando y expresando la presencia de un supuesto aparato explosivo.
De este modo lograron identificar el número desde el cual se había hecho el llamado, línea proveniente del Servicio Penitenciario. Una vez en el lugar los efectivos efectuaron un relevamiento en los registros telefónicos del complejo y constataron que el llamado provenía del Pabellón Nº 4.
Con los horarios de los llamados se logró finalmente individualizar a un interno como el autor de las amenazas.
