Gol es gol: ¿Qué sabor tiene el empate?

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Quilmes empató ante Chacarita 1-1 y dejó un sabor diferente el resultado

El sabor del empate ante Chacarita, es a gusto del consumidor. La igualdad 1-1 entre el Cervecero y el Funebrero puede tomarse de diferente manera. Por lo que estamos en presencia una vez más de la mirada del vaso medio lleno o medio vacío.

Quilmes perdió una muy buena oportunidad de descontarle puntos de manera directa al puntero del campeonato que sigue a la misma distancia que antes del enfrentamiento. Los cinco puntos de diferencia se mantienen y desde lo numérico se dejó pasar una buena chance.

Más del medio vacío. Chacarita estuvo más cerca del triunfo que Quilmes y en el mejor momento del Cervecero, cuando el equipo de Sciacqua consiguió el empate, lo sacudió con dos golpes certeros que de no ser por el arquero Milton Álvarez y los postes hubiese terminado en derrota.

La expresión colectiva del líder de la Zona B fue mayor que la mostrada por Quilmes, más allá de las mejores situaciones de gol que dispuso el visitante para llevarse un triunfo del estadio Centenario. El lugar que ocupa cada uno en la tabla de posiciones quedó demostrado en el campo de juego. No de manera amplia, pero sí hubo diferencias colectivas entre uno y otro.

De todas maneras, la Primera Nacional ha demostrado que los presentes son muy cambiantes y esta diferencia no necesariamente se puede mantener a lo largo del tiempo. En otro pasaje del torneo, Quilmes puede transformarse en una expresión colectiva superior a la de Chacarita. Son momentos.

El vaso medio lleno. Quilmes recuperó la intensidad perdida. Tal vez ayudado por la estupenda convocatoria de la gente en el Centenario o quizás por la relevancia del partido, pero lo concreto es que volvió el “garrote-garrote” que fue un sello en el arranque del torneo.

Además de la tarea del arquero Álvarez, sobresalió el liderazgo de Gabriel Díaz en la defensa y algunos destellos de Axel Batista, como en la jugada del gol del empate convertido por Julián Bonetto. Hubo algunas virtudes que faltaban, volvió a tener quite y vocación agresiva, que quedó manifiesta en el arranque del segundo tiempo.

La tarea será poder mantenerla en otro ámbito, como por ejemplo lo será el próximo sábado por la noche ante Tristán Suárez en Ezeiza. No será fácil pero si el vaso medio lleno es realidad, lo positivo ante Chacarita deberá repetirse ante otro rival, que a priori no invita a la motivación por sí sola. Si Quilmes está o no recuperado, se conocerá en la próxima fecha. Por el momento nos quedamos con el sabor que cada uno puede descubrir tras el empate ante Chacarita.

SEBASTIÁN KERLE

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