La Corte Suprema de Brasil condenó al expresidente Jair Bolsonaro a 27 años y tres meses de prisión por liderar un intento de golpe de Estado luego de su derrota electoral en 2022. Sin embargo, el fallo desató un fuerte choque diplomático con Estados Unidos, luego de que Donald Trump saliera en su defensa.
El expresidente norteamericano calificó la decisión como una “caza de brujas” y sostuvo que conoció a Jair Bolsonaro como “un buen hombre”. Además, Trump ya dispuso aranceles punitivos de hasta 50% a exportaciones brasileñas y sanciones contra jueces de la Corte, sumando tensión a la crisis.
El secretario de Estado, Marco Rubio, también cuestionó el fallo y acusó al juez Alexandre de Moraes de ser un “abusador de derechos humanos”. Washington advirtió que “responderá en consecuencia” a lo que considera una persecución política.
Desde Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva reaccionó con dureza y aseguró que su país “no es una república bananera”. Rechazó las presiones externas y defendió la independencia de la Justicia brasileña.
Bolsonaro, de 70 años, fue hallado culpable de conspirar con exministros y sectores militares para mantenerse en el poder, lo que derivó en la toma violenta de los tres poderes en Brasilia el 8 de enero de 2023. Aunque negó las acusaciones, la condena lo inhabilita políticamente hasta 2030.