Quilmes decidió que Maximiliano Padilla, Mariano Miño y Mariano Santiago no continuen siendo parte del plantel profesional. Si bien los tres jugadores seguirán entrenando junto al grupo, no serán tenidos en cuenta para disputar los tres partidos que restan en el torneo.
La determinación fue tomada por el mánager del equipo, Miguel Caneo, en consenso con el entrenador Alfredo Grelak y con el aval de la actual dirigencia del Cervecero. La medida apunta a comenzar un reordenamiento del plantel pensando en el próximo mercado de pases y en la temporada 2026.
En el caso de Mariano Santiago, la situación es más compleja debido a una cláusula contractual. Su contrato estipula que la rescisión corresponde a Godoy Cruz, club dueño de su pase. Esto significa que el futuro del volante dependerá de que el Tomba decida reincorporarlo o que su representante consiga una nueva institución interesada en sus servicios. De no concretarse ninguna de estas dos opciones, el jugador deberá continuar en Quilmes, pese a no ser considerado por el cuerpo técnico.
Por su parte, tanto Padilla como Miño ya recibieron el aviso de que no serán parte del proyecto futbolístico, y la dirigencia trabaja en las desvinculaciones correspondientes para liberar cupos de cara a las próximas incorporaciones.
Con esta decisión, Quilmes busca ordenar la estructura del plantel y dar señales de un cambio profundo, en un momento clave donde la prioridad es planificar la próxima temporada y devolverle protagonismo al equipo en el próximo torneo.
