Fueron tan solo 45 minutos. Hace 18 años, Abel Masuero defendiendo al Genk de Bélgica se enfrentó ante un potente Chelsea, que goleó 5 a 0 en Londres.
«Fue una experiencia de escasos minutos pero quién me quita lo bailado. Fue algo único, siempre quedará en mi recuerdo hasta que me vaya del otro lado. Para la gente del fútbol no es un dato menor y algunos chicos en el vestuario me lo recuerdan. Yo le agradezco al fútbol poder haber jugado un partido de Champions ante el Chelsea. Fue cumplir un sueño que muchos desean cumplir», recordó.
Pero confesó que «no me interesa hablar mucho sobre el tema, pero a veces me encuentro con gente que me dice vos tenés que contarlo. Pero me siento más cómodo no hablando de esa experiencia y mantener la humildad».
El defensor de gran trayectoria en el fútbol argentino arribó esta temporada a Quilmes. «Desde hacía algunos mercados que había tenido un contacto con Diego Colotto, que siempre mostró interés. Además de llamarme la atención me hizo bien saber que me quieran. Cuando no renové en Rafaela, la oferta más firme fue la de Quilmes. Decidí aceptar el desafío, que era difícil por lo ocurrido en la temporada anterior. Pero hubo varias cosas que inclinaron la balanza a favor de venir a esta institución».
La adaptación fue fácil. «Cuando llegué el equipo tenía un mes de trabajo y con conceptos que yo los tomé un poco tarde; siempre recuerdo que comenté que lo primero era ponerme bien desde lo físico para no tener problemas durante el torneo. Pudimos encontrar la mejor forma rápido y llegué de buena manera al inicio del torneo».
Su gol
Tuvo una acción determinante en el partido ante Defensores de Belgrano, cuando sobre la línea evitó el empate. «Valió como un gol, porque los tres puntos quedaron en casa. Me quedé muy satisfecho con esa acción. Recuerdo siempre que Leonardo Madelón y Fabián García fueron los que me enseñaron a cerrar en el segundo palo del arquero cuando el centro cae pasado. Me gratificó poder haber salvado ese gol».
No había terminado conforme con el final del partido, cuando el rival casi logra la igualdad. Masuero explicó: «claudicamos en la idea nuestra y en lo que pedía el partido, que era que Quilmes después del gol tuviese la pelota aún más de la que lo había tenido. Defensores no generaba presión y no nos ahogó durante gran parte del partido, pero le cedimos la pelota y el terreno; los obligó a jugar de la forma que mejor les sienta y de la manera que nos iban a complicar. Por eso tuve la sensación que regalamos los últimos 20 minutos, lo que nos pudo haber costado dos puntos».
Quilmes arrancó con dos triunfos la Primera Nacional. Masuero advirtió que «la ilusión en cada comienzo del torneo está intacta. Pero lo fundamental es mantener la humildad y no tenemos ningun mote puesto: no somos candidatos de nada, pero sabemos lo que queremos y lo que ansiamos y el club está preparado para eso».
Una noche londinense que no será fácil de olvidar
Fue la gran noche del español Fernando Niño Torres, que convirtió dos de los cinco goles con los que el Chelsea inglés superó al Genk de Bélgica (5-0), que tuvo desde el minuto inicial a Abel Masuero.
El partido se disputó el 19 de octubre de 2011 en el Stamford Bridge de Londres y fue correspondiente al Grupo E de la Fase de Grupos.
Los goleadores fueron: Torres (2), Raúl Meireles, Branislav Ivanovic y Salomon Kalou.
Las formaciones fueron las siguientes:
Chelsea: Cech; Bosingwa, Ivanovic, David Luiz, A. Cole; Lampard, Meireles, Oriol Romeu, Malouda; Torres y Anelka.
Genk: Koteles; Masuero, Vande Borre, Ngongca, Hyland, Tozser, De Bruyne, Pudil, Vossen, Barda y Buffel.
Cabe agregar que Abel Mauero fue reemplazado por Camus a los 45 minutos (0-4).
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Sebastián Kerle
