«Sabemos que la soledad es una de las experiencias más dolorosas que puede vivir un ser humano. Por la pandemia de COVID-19 millones de personas afectadas por el virus se han visto expuestas a esta vivencia en el mundo entero», expresó la psiquiatra Silvia Bentolila que es experta en emergencias e integrante del Consejo de Asesores de la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones.
Por esta razón, y en base a lo propuesto por el Foro de Sociedades Científicas Argentinas, de organizaciones de la sociedad civil y de universidades, el Ministerio de Salud de la Nación elaboró recomendaciones para el acompañamiento de pacientes en sus últimos días de vida y para casos excepcionales con COVID-19.
El propósito principal es garantizar aspectos que permitan a los pacientes afrontar el proceso final de su vida con dignidad y permitir a familiares la posibilidad de despedida presencial. También hay acuerdo general en que se deberían implementar medidas de excepción para acompañar a personas internadas en situaciones especiales como niños, adolescentes y personas con discapacidad.
«Es realmente importante ser consciente de las consideraciones éticas que esto implica. Hoy más que nunca se ha puesto en evidencia que más allá de nuestros deseos y necesidades individuales es necesarios cuidarnos entre todos», destacó Bentolila y solicitó tener presente el riesgo de contagio, la seguridad del paciente, del acompañante y del personal sanitario.
Aclaró que «si bien nuestra cultura considera el momento de la despedida con presencia física, esto de ninguna manera significa que inexorablemente no se pueda elaborar un duelo bajo otras circunstancias».
Finalmente, la experta Bentolila señaló que «para no tener que sufrir más pérdidas, es necesario reforzar los cuidados y no dejemos que nos gane el cansancio».
