Alumnos de Ranelagh y de la Antártida en un experimento único

Con el propósito de conocer más sobre los ritmos cronobiológicos de niños y adolescentes, dos escuelas, una en la Provincia de Buenos Aires y otra en el extremo más austral de nuestro país, serán parte de un experimento inédito. Se trata de los alumnos de la Escuela Privada Ranelagh y estudiantes de la Escuela N°38, ubicada en la Base Antártica Esperanza, quienes pasarán a la historia

Para entrar en tema, en la Escuela Privada Ranelagh, los alumnos de Primaria y Secundaria participaron de una serie de charlas a cargo del Dr. Daniel Vigo, Director del Laboratorio de Cronofisiología BIOMED (UCA – CONICET), el Dr. Santiago Plano y la Lic. Camila Tortello. La ciencia se acercó así a la escuela para abordar la problemática del sueño en los niños y adolescentes, el impacto de los horarios escolares y su posible implicancia en el rendimiento académico. Pero además fue un disparador para preguntar y aprender a qué nos referimos cuando hablamos de nuestros propios relojes biológicos, cuánto impacta la falta de exposición a la luz natural en nuestro ciclo sueño-vigilia, qué sucede con otros seres vivos en diferentes contextos.

“Estudio exploratorio”, “ritmos circadianos”, “desempeño de funciones ejecutivas” dejaron de ser términos abstractos para estos chicos, para convertirse en preguntas sobre sí mismos y sus pares, para detenerse a pensar sobre su propio cuerpo, los estímulos a los cuales estamos expuestos y sus consecuencias sobre su biología.

Pero… ¿Cómo se llevará a cabo este estudio? Ambos grupos portarán una suerte de relojes pulsera llamados técnicamente “acelerómetros de muñeca” que registrarán duración y calidad de sueño durante 7 días. Esta medición se complementará con un “diario de sueño” donde los chicos tomarán las notas que consideren necesarias. La experiencia se repetirá 5 veces al año y evaluará, mediante una serie de cuestionarios, la autopercepción de calidad de sueño, el jetlag social, los trastornos del sueño, instancias estas en las que los padres acompañarán colaborando en dar respuesta.

Asimismo, ¿cómo se conectarán estos 20 alumnos del conurbano bonaerense con aquellos 10 niños, niñas y adolescentes que se encuentran en el polo sur? ¿Podrán conocerse? ¿Habrá algún intercambio entre ellos para saber cómo viven allí, qué sienten al ser parte de este experimento, cuáles son sus expectativas sobre esta experiencia? La respuesta es sí, los investigadores proyectan una teleconferencia para que ambos grupos puedan conocerse e intercambiar experiencias, al menos virtualmente.

Esta aventura recién comienza. El equipo de científicos a cargo, desde el laboratorio de la UCA y el CONICET, junto al Dr. Diego Golombek, del laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Quilmes, en colaboración con el Instituto Antártico Argentino y el Ejército Argentino, artífices de este proyecto llamado “Durmiendo con Esperanza”, proponen un experimento único en nuestro país, que nos permitirá entender más sobre la propia biología del ser humano y cómo se adapta éste, en etapa de desarrollo, a situaciones extremas.

 

 

Los alumnos de la Escuela N°38, que se encuentra en la Base Antártica Esperanza

 

 

El grupo de investigadores que serán parte de este proyecto tan particular

 

 

Los chicos de la Escuela Privada Ranelagh están ante una gran oportunidad
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