Sabe lo que le espera. «Me van a tratar mal, con mucha hostilidad. Pero esto es así y hay que ponerle el pecho y dejar todo para que Quilmes gane», reconoció Augusto Max.
El mediocampista nacido en San Miguel de Tucumán, Max, tuvo sus inicios en San Martín en 2009. En el Santo de Ciudadela permaneció por cuatro temporadas, hasta 2014, cuando cambió de camiseta nada menos que para ponerse la de Atlético de Tucumán.
Afirmó que no se preparó de manera especial para afrontar la hostilidad del público local. «No considero que tenga que hacer alguna preparación en especial. Debo pensar que es un partido de fútbol que se reduce a 90 minutos, donde hay que dejar todo y dar el máximo. Lo que pasa afuera no tiene que tener injerencia, sino no podríamos ser jugadores profesionales».
Aseguró que será un partido donde aflorará «la personalidad», pero explicó que «se demuestra jugando y haciendo lo que se tiene que hacer. No se demuestra personalidad pegando piñas o patadas, son más bien debilidades. Tengo muy en claro lo que hay que hacer en el campo de juego».
Como conocedor del ambiente, explicó que «habrá un marco excepcional y seguro que jugaremos a cancha llena, más porque llega un equipo como Quilmes, muy importante para la categoría sino es el más importante. Será una linda posibilidad para ganar y, de hacerlo, nos permitirá acomodarnos en la tabla y levantar en lo anímico».
También resaltó que lo externo no necesariamente será una contra para Quilmes. «Todo se reduce a un partido de fútbol, puede ser positivo o negativo dependiendo de las circunstancias: si ellos no hacen un gol en el primer tiempo y ante su gente, tal vez se les haga más complicado todo y se transforme en una presión y no en una extra jugar a cancha llena. Si somos inteligentes lo podemos utilizar a nuestro favor; será fundamental la profundidad y la definición. Se nos van a venir y si estamos finos lo podemos ganar».
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Sebastián Kerle
