En un giro sorprendente, la vicepresidenta Victoria Villarruel decidió no participar en la última reunión de Gabinete en la Casa Rosada, generando especulaciones sobre una posible agudización en su relación con el presidente Milei. La decisión contrasta con su participación habitual en estos encuentros y ocurre en medio de tensiones exacerbadas tras la revelación de una cumbre secreta con Mauricio Macri en Cumelén, información divulgada por LPO.
La ausencia de Villarruel en la reunión ha avivado las especulaciones sobre posibles conflictos internos, ya que en encuentros anteriores expresó críticas hacia la comunicación y la falta de políticas del gobierno, siendo cruzada por el propio Milei. La situación se torna aún más intrigante debido a la promesa, hecha el 11 de diciembre, de que tendría una oficina propia en la Casa Rosada, algo que aún no se ha materializado.
Este episodio se suma a la reciente controversia generada por un retuit de Villarruel de una nota del Financial Times que destacaba su rol en el gobierno y sugería que «está lista, para lo que sea». La eliminación posterior de este posteo sugiere una conciencia de la gravedad del mismo y ha contribuido a aumentar la incertidumbre sobre la relación entre la vicepresidenta y el presidente Milei.
En este contexto, Juan Grabois ha aprovechado la situación para denunciar un supuesto intento de golpe institucional liderado por Macri y Villarruel contra Milei. La tensión persiste, y las especulaciones sobre el futuro político de Villarruel crecen a medida que se intensifican las disputas internas en el gobierno.
