El plantel de Quilmes se reunió ayer en el Centenario a la espera de una respuesta de parte de la directiva con relación a lo deportivo y a lo económico.
Pero los jugadores, luego de hacer unos movimientos livianos de no más de media hora y de reunirse con parte de la CD en el vestuario, se retiraron molestos del estadio.
«Lo que ocurrió hoy (ayer) es una desprolijidad. No solo desde lo económico sino que mínimamente debe haber una planificación para que los jugadores sepamos dónde estamos parados. Nosotros vinimos a entrenar sin saber qué va a pasar, cómo seguimos entrenando, si tenés una semana más o una menos, si vas a cobrar o no y no hablo de una situación personal. Hay muchos chicos en esa situación», se quejó Braian Lluy.
El lateral aclaró que «no pasa solo por el futuro, el club tiene un antecedente que se le lesionó un jugador en la última práctica el año pasado».
Agregó que «además es una situación compleja para el que es del interior y debe pagar un mes de alquiler más sin haber cobrado y no tener cómo pagarlo; son situaciones bastante complicadas. Hay que tener un poco más de orden, de sensibilidad, de tacto, pero es difícil».
Sobre la relación entre el plantel y la directiva, indicó que «en su momento no hablamos, porque estábamos en una situación difícil y nosotros no priorizamos lo económico sobre lo deportivo. Hoy el tema es otro y sabemos que no es la mejor situación: zafamos del quilombo en el que estábamos. Veremos cómo se va dando todo».
Aseguró que lo sorprendió lo que se vivió, porque «no hay ningún objetivo futbolístico, físico ni económico ni tampoco ninguna respuesta para afrontar lo que sigue. No tenemos problemas en entrenar, al contrario, lo que queremos saber es qué vamos a hacer».
Por último, el defensor de Quilmes resaltó que «la incertidumbre es el peor sentimiento que tenés, tampoco encontramos una respuesta sólida para decir cómo seguimos. Fue desprolijo desde todo punto de vista».
deportes@elsolnoticias.com.ar
Sebastián Kerle
