Brutal asesinato en Bernal

Fue durante una entradera a una vivienda de Avellaneda entre Lavalle y Belgrano en la madrugada de ayer. La víctima tenía 51 años y era propietario de curtiembres. Fue atado, torturado y golpeado por los malvivientes, que le exigían un maletín

Un hombre fue brutalmente asesinado ayer a la madrugada en su vivienda de Bernal Centro luego de que malvivientes ingresaron a su propiedad. La víctima era dueña de curtiembres y según fuentes, regresaba de un viaje a Uruguay. En consecuencia, vecinos del barrio expresaron su dolor y bronca.
El hecho trágico se registró en horas de la madrugada de ayer en una casa de la calle Avellaneda al 100, entre Belgrano y Lavalle. Los delincuentes (entre cuatro y cinco) sorprendieron al propietario -identificado como Abel Espósito, de 51 años- cuando llegaba de Punta del Este; ingresaron a la casa, lo ataron y lo golpearon para luego llevarse varias pertenencias y objetos de valor.
Las primeras averiguaciones indicaron que el hombre falleció producto del los golpes que recibió; en tanto, los delincuentes no habrían forzado el ingreso; además, una vez dentro, los hampones «exigían un maletín», según señalaron las fuentes consultadas.
Seguidamente la Policía llegó cerca de las 5 y se encontró con la escena, tras una denuncia que habría realizado la empleada doméstica, primera persona que llegó luego del trágico hecho, ya que reside en el fondo de la vivienda.
«Viven hace mucho tiempo acá, no sabemos bien cómo fue pero nos enteramos por la mañana cuando nos comentaron otros vecinos. Sabíamos que era dueño de la curtiembre, en la casa vive con la mujer y los hijos. No teníamos mucho diálogo, solamente hola y chau. Los veíamos cuando entraban y salían con los autos», dijo un vecino.
Agregó: «el año pasado mientras estaba mirando un partido del Mundial me entraron a robar, me golpearon y me pedían una suma que yo no tenía. El barrio se está haciendo muy peligroso».
En cuanto a las imágenes de seguridad, lindante a la casa en cuestión hay un instituto en el que hay una cámara que apunta hacia el lado de Belgrano, por lo cual, tal vez, pudo haber registrado el momento en el que los malhechores llegaron al lugar para luego cometer la ilicitud.
Durante el último tiempo, son varios los hechos similares que se registraron en el distrito, lo que genera un gran temor en los vecinos, que viven con la intranquilidad de no saber quién puede ser la próxima víctima.
El 27 de diciembre, un grupo de cinco sujetos entró a una casa de Rodríguez Peña entre Levalle y Yapeyú.
En aquel hecho rompieron la cerradura del portón principal, ingresaron al patio interno para luego barretear una reja y poder entrar a la morada. Una vez adentro, sorprendieron al matrimonio que estaba durmiendo, se le tiraron encima y lo ataron de manos y pies con precintos. Posteriormente, lo torturaron durante una hora mientras le pedían dinero y rompían paredes y el techo de la casa.
Hace apenas cuatro días, un grupo de hombres ingresó por la mañana a una vivienda ubicada en las cercanías al casco céntrico quilmeño, ataron a la propietaria y se llevaron pertenencias del lugar, entre ellas, electrodomésticos y vestimenta.
El hecho había sucedido en San Martín entre Solís y Guido (a metros del cuartel de los Bomberos Voluntarios) cerca de las 9.30, cuando un grupo de tres personas -que estacionó un vehículo en la puerta de la morada- saltó el paredón de una casa lindante, para luego llegar al patio de la vivienda en cuestión, romper una reja e ingresar.
Por su parte, el hijo de la víctima explicó el hecho, según le comentó su madre: «entraron, mi mamá estaba en el fondo de la casa, la agarraron y la maniataron. Encima la amenazaban mientras juntaban las cosas para llevarse. Se robaron electrodomésticos, ropa y zapatos de ella. No los pudo ver, porque ni bien entraron le taparon la cara con una toalla o una sábana».
En tanto, el hombre agregó: «el aviso lo dio un vecino a la Policía y cuando llegaron mi mamá ya se había podido desatar. Estuvieron acompañándola un buen rato y llamaron a una asistencia médica».
Al cierre de esta edición continuaban las tareas investigativas sobre el brutal asesinato.

El local en donde está ubicada una de las cámaras de seguridad del barrio
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