El gobierno de la provincia de Buenos Aires anunció que no descontará el día a los trabajadores de la administración pública que adhieran al paro general del próximo 24 de enero. A diferencia del Gobierno nacional, que confirmó el descuento salarial para los empleados estatales nacionales que se sumen a la medida de fuerza, el ejecutivo bonaerense respalda la movilización convocada por las principales centrales obreras.
Este gesto del gobernador Axel Kicillof expone las diferencias políticas con la Casa Rosada y refleja un respaldo implícito a la movilización contra el DNU y la Ley Ómnibus. La decisión de no descontar el día fue acordada previamente con los principales gremios estatales, evidenciando un alineamiento político distinto al del Gobierno central.
Durante la negociación paritaria provincial, que culminó con un aumento del 25% para todo el sector público, los representantes sindicales presentaron la solicitud de no descontar el día a quienes participen en la jornada de protesta. Esta medida, que fue aceptada por el Ejecutivo, destaca las tensiones políticas existentes entre la provincia de Buenos Aires y el Gobierno nacional.
Además, en una reunión reciente en la Casa de la Provincia de Buenos Aires, se debatió la posible participación activa de Kicillof y otros gobernadores peronistas en la movilización del 24 de enero. El gobernador afirmó: «Hoy lo que tenemos que hacer es acompañar a los que más están sufriendo, por eso vamos a apoyar la movilización que llevarán adelante las centrales obreras la semana que viene».
Intendentas peronistas, como Mayra Mendoza de Quilmes y Mariel Fernández de Moreno, ya han convocado a movilizar, respaldando la protesta contra el DNU y el proyecto de ley que llevan la firma de Milei y la sombra de Macri.
Este respaldo del gobierno bonaerense a la movilización y la decisión de no descontar el día a los empleados públicos que participen reflejan las tensiones políticas y la diversidad de posturas dentro del peronismo en Argentina.
