El monitoreo de los barrios

El Gobierno bonaerense tiene un panel de control que sirve para detectar la evolución de los casos de coronavirus en tiempo real de los casi 2 mil asentamientos y/o villas del Conurbano, donde en la actualidad viven unas 423 mil familias

En una nueva fase de la estrategia contra el coronavirus, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires puso en marcha un sistema informático de monitoreo en tiempo real de la evolución de los casos de COVID 19 en villas y asentamientos. Es un panel de control donde están los casi 2 mil barrios populares bonaerenses que son habitados por unas 423 mil familias.
En cada una de sus capas, el mapa muestra una serie de variantes estructurales que incluyen: cantidad de centros de salud, la distribución de casos positivos y la red de derivación sanitaria. Está realizado sobre la base de datos incluida en Registro Público Provincial de Villas y Asentamientos, y del Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP).
Estos conglomerados precarios se encuentran marcados en color amarillo, púrpura y gris, y se evalúan en relación con los casos confirmados: contagios comunitarios en rojo, contacto estrecho en marrón, investigación en amarillo, importado en azul y trabajador de la salud en violeta.
Cuando se detectan focos, se activa el sistema de alertas con los municipios y se definen acciones territoriales puerta a puerta para intentar frenar la expansión del virus.
Los ministerios de Salud provincial y de Nación, junto al de Desarrollo de la Comunidad y los intendentes, ya realizaron las primeras pruebas piloto en Quilmes y San Vicente.
Y todo siguió con tres jornadas de detección temprana del virus en el Barrio La Fe de Lanús; luego se realizarán en La Matanza, Merlo, San Martín y Moreno.
Todos estos distritos fueron priorizados porque tienen la mayor relación entre casos confirmados y cantidad de barrios populares, según las primeras estadísticas originadas en el mapeo.

El operativo

En un trabajo articulado con los municipios, se planifica y realiza un despliegue territorial con promotoras y promotores de salud, enfermeros y profesionales, que van casa por casa, dialogan con los vecinos y le toman la temperatura corporal.
En caso de detectar fiebre, piden completar un cuestionario para identificar si esa patología es compatible con el COVID-19. Si se define como caso sospechoso, se le realiza el hisopado correspondiente a fin de confirmar o descartar el diagnóstico, y se lo traslada a un centro de salud, donde permanece internado hasta obtener el resultado.
El hisopado se realiza en los camiones sanitarios instalados para los operativos y los contactos estrechos del caso sospechoso son aislados en el domicilio o en los dispositivos públicos especialmente diseñados para esta contingencia.
Las primeras pruebas piloto se hicieron en el barrio La Paz de Quilmes Oeste y en Los Amigos y Sargento Cabral, ambos de San Vicente, donde se controlaron más de 10.000 personas y se detectó solamente un caso positivo.
Y para facilitar el mecanismo de derivación e internación de pacientes, el mapeo cuenta con información sobre hospitales provinciales y municipales, centros de atención primaria de la salud (CAPS), divididos en: centros de atención COVID-19, centros de recepción y orientación, y la red de 21 laboratorios de diagnósticos.

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