La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, recibió en el Anexo Municipal de San Francisco Solano a la subsecretaria de Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Lucía Portos, para formalizar la entrega de 1.000 copas menstruales. Estas copas serán repartidas en el marco del Programa de Gestión Menstrual, que opera en la ciudad desde 2020.
“En una articulación del Municipio y el Ministerio de Mujeres lo que vamos a poder tener es más cantidad de estas copitas para seguir llegando a más mujeres y que se conozca lo revolucionario de esto, que también cuida el ambiente porque no genera residuos. Además, la copita nos permite tener un ahorro en nuestra economía porque dura un montón”, afirmó Mayra Mendoza.
Por su parte, Lucía Portos destacó la importancia económica y social de la iniciativa: “La idea es favorecer a alguna población en particular como por ejemplo a las compañeras que les cuesta comprar una toallita, que tienen que decidir entre comer ese mediodía o a la noche y comprarse el paquete de toallitas, o las que tienen hijas. Decimos que la copita es revolucionaria porque no solo impacta en lo económico, sino también en la autonomía y la libertad que te da de elegir y de desarrollarte como querés”.
La actividad se enmarcó en el Día Internacional de Acción por la Salud Integral de las Mujeres, celebrado el 28 de mayo, e incluyó un taller de gestión menstrual. También estuvieron presentes la secretaria de Salud local, Carolina Begue, y la secretaria de Mujeres, Diversidades y Derechos Humanos, Bárbara Cocimano.
Impacto del Programa
Desde la Secretaría de Mujeres, Diversidades y Derechos Humanos de Quilmes informaron que estos talleres se realizan semanalmente desde la creación del Programa de Gestión Menstrual. Las destinatarias son mujeres menstruantes mayores de edad del municipio, mientras que para menores de edad, el abordaje se coordina con la Subsecretaría de Niñez y Educación. Hasta la fecha, se han entregado más de 2.500 copas menstruales.
Este tipo de políticas busca facilitar el acceso a elementos de gestión menstrual, reducir la discriminación y mejorar la calidad de vida de mujeres y adolescentes. La copa menstrual ofrece varias ventajas: es reutilizable (dura hasta diez años), ecológica, segura, cómoda y libre de tóxicos, y puede usarse hasta por 12 horas seguidas, lo que la convierte en una alternativa sostenible y económica frente a los productos desechables tradicionales.
