Se trata de Jonathan Torres, alumno de la Licenciatura en Comunicación Social y tricampeón nacional de bádminton adaptado. Un testimonio de dedicación y talento.
En el escenario internacional de los deportes adaptados, Argentina inició su travesía en los Juegos Parapanamericanos 2023, en Chile, con una mezcla de determinación y habilidad que refleja la verdadera esencia del espíritu deportivo. Este evento no solo es una oportunidad para la competencia y la búsqueda de medallas, sino también un tributo a la resiliencia de los atletas que desafían las adversidades para destacar en sus respectivas disciplinas.
En medio de esta notable participación, un ejemplo inspirador es la figura de Jonathan Torres, un estudiante de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), que encontró su pasión en el bádminton adaptado mientras trabajaba en la Secretaría de Deportes en Florencio Varela, su ciudad natal. Con dedicación, se convirtió en tricampeón nacional y compitió internacionalmente en varios torneos. Hoy se destaca en los Juegos Parapanamericanos en Chile.
“Es muy emocionante representar a mi país; es algo que eriza la piel. Llevar la ropa de la selección argentina, del comité paralímpico argentino me llena de orgullo”, dice Jonathan a la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
El parabádminton, una disciplina que ganó reconocimiento y popularidad en los últimos años, encuentra en este deportista a un embajador excepcional. Su habilidad para dominarlo destaca su destreza atlética y desafía percepciones y estereotipos, demostrando que el talento y la determinación pueden superar cualquier barrera.
“Está catalogado como el deporte más rápido del mundo y el cuarto más practicado, aunque en Argentina no se conoce mucho”, comenta Torres. Y explica que es una disciplina de raqueta que se juega con una pluma en lugar de una pelota. En ese sentido, “los jugadores golpean la pluma con raquetas hacia el campo contrario”.
La participación de Torres en los Juegos Parapanamericanos no solo es motivo de orgullo para la UNQ, sino también un testimonio del potencial que reside en la juventud argentina. “Para este torneo incrementé la rutina de entrenamiento de lunes a viernes con trabajos de campo, es decir, con trabajos en cancha, y tres veces por semana, o incluso cuatro, trabajos de gimnasio para complementar musculación”, cuenta.
Su éxito en el parabádminton -es tricampeón nacional- destaca la importancia de brindar oportunidades y apoyo a los jóvenes con discapacidades, no solo en el ámbito deportivo sino también en el académico, creando un ambiente inclusivo que fomente el desarrollo integral de cada individuo
