Falleció Carlos Cecconato, gloria de Independiente

A los 88 años falleció el ex jugador del Club Atlético Independiente Carlos Cecconato Con 52 goles en 148 partidos fue uno de los grandes jugadores que jugaron en el club de Avellaneda.

Cecconato nació el 27 de enero de 1930 en Avellaneda y comenzó su carrera futbolística en el Club El Porvenir en 1944, luego de hacerse conocido en los potreros de Gerli. Llegó a Independiente tres años más tarde para jugar en la cuarta división y formó parte del Quinteto de Oro junto a Micheli, Lacasia, Grillo y Cruz. Fue velado el miércoles por la tarde en Bernal, donde residía desde hace más de 50 años.

Perfil de un crack

“Don Alfredo, dígales a estos argentinos que se detengan o nos van a aplastar”, le dijo Paco Gento, extremo estrella del Real Madrid de los años cincuenta, a Alfredo Di Stéfano y le rogó que les pida piedad a sus compatriotas.

Esta anécdota se dio durante el 8 de diciembre de 1953, cuando Independiente estaba de gira por primera vez Europa y goleaba 6 a 0 al Real Madrid en su estadio. Luego del partido, todo el estadio se puso de pie y aplaudió a la delantera del Rojo comandada por Carlos Cecconato, quien estaba acompañado por Rodolfo Micheli, Carlos Lacasia, Ernesto Grillo y Osvaldo Cruz. Esa tarde, Cecconato marcó un doblete ante el merengue y formó parte del “Quinteto de Oro” que maravilló al fútbol argentino en la década del cincuenta.

 

Carlos Cecconato nació futbolísticamente en El Porvenir, cuando se incorporó a la sexta división en 1944, y llegó a la cuarta de Independiente a través de Agustín Basso y por recomendación de Ernesto Grillo en 1947. El club de Avellaneda se lo compró al de Gerli por cuatro mil pesos de la época y la cesión de dos jugadores de Tercera División.

Su debut oficial se dio frente a Rosario Central, en Arroyito, una tarde que Independiente ganó 4 a 2 con dos goles suyos. A partir de allí, lideró la delantera de un equipo histórico que terminó de conformarse en 1952 con la llegada de Lacasia. Aquel plantel finalizaría tercero en el campeonato.

Para el año 1953 no habría dudas de que ese gran equipo se perfilaba para ser el campeón. Marchaba primero en el campeonato y una tarde, sobre el final de una goleada a Racing por 3 a 0 hubo una trifulca que terminó con la suspensión por diez fechas, tanto a Grillo y a Cecconato. Todo se desmoronó para Independiente y ese año terminaría en la cuarta posición con 35 puntos a ocho de River campeón con 43.

Quienes vieron jugar a quien ocupaba el puesto de interior derecho, aseguran que también lo hacía muy bien de carrilero, conocía el puesto de centrojás y podía cumplir funciones defensivas si el equipo lo necesitaba. Tenía una gran visión y lectura del juego.

Por aquella época (y en la actualidad también) decir Cecconato y no mencionar a sus cuatro compañeros es dejar un rompecabezas sin completar. Así también lo sintió Guillermo Stábile, entrenador de Selección Argentina en 1953, y fue así que convocó al Quinteto de Oro a la Selección para un partido frente a Inglaterra en la cancha de River el 14 de mayo. Ese partido, Argentina ganó 3 a 1 y quedó en la historia porque Grillo marcó el “gol imposible”. Otra victoria de esa Selección se dio también ante España por 1 a 0, también con gol de Grillo. Estos partidos también fueron un hecho histórico debido a que, por primera vez, cinco jugadores de un mismo equipo formaban parte del seleccionado.

En 1957, el Quinteto de Oro se desarmó luego de la partida de Grillo al Milan. Sin embargo, la sorpresa más grande de ese año la dio el propio Cecconato al discutir con los dirigentes de Independiente y negarse a renovar su contrato. Tampoco aceptó a salir de gira por Brasil con el equipo y los dirigentes del Rojo acudieron a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para aplicarle una sanción por dos temporadas, la cual con 28 años lo obligó al retiro en la cúspide de su carrera.

Tras su retiro, Cecconato se radicó en Mendoza y luego puso un kiosco en Bernal.

En el año 1965, el periodista Jack Barski de El Gráfico lo entrevistó  y allí Cecconato afirmó que luego del retiro jugó dos años en Palmiras de Mendoza y más tarde en Boca Juniors de 9 de Julio, pero “ya no era lo mismo”.

“Amargado y desilusionado, opté por dejar y dedicarme a las actividades comerciales”, afirmó cuando ya se había radicado en Bernal, sobre la calle Labardén, y era dueño de dos camiones. A la vez, se dedicaba a la compra y venta de hacienda en la zona de 9 de Julio.

Por entonces contó que el que mejor “lo cuidó” en la cancha fue Ernesto Gutiérrez

y Amadeo Carrizo era el arquero más completo de todas las épocas.

Otro de sus partidos más recordados con alegría por los hinchas de Independiente y amargura por los de Boca fue un 1 a 1 en Avellaneda en el que sobre la hora Cecconato selló el empate con una palomita. “Perdíamos 1 a 0 y sobre la hora se corrió Cervino, lanzó un centro y yo me tiré de palomita y de cabeza vencí a Mussimesi. Fue un hermoso gol y así lo empatamos”, declaró.

 

A partir de hoy, Carlos Cecconato ingresó al partenón de los grandes jugadores que tuvo el fútbol argentino y su nombre seguirá resonando y sonará como una canción cuando se hable del Quinteto de Oro de los años cincuenta.

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