Fue su año. 2017 será recordado por siempre por Justo Giani, que lo comenzó siendo parte de la Quinta División y lo terminó como titular en la Primera.
De hecho, ayer fue premiado por la AFA como el jugador destacado de todas las Divisiones Juveniles de Quilmes.
También fue el año en el que fue preseleccionado para la Selección Argentina Sub-20, una puerta que todavía se le mantiene abierta.
Pero detrás de todos estos logros hay una historia…
«Fue muy bueno todo lo que ocurrió. Me pasaron cosas muy rápidas que no las esperaba. Mis objetivos eran otros, como afirmarme en la Reserva y ahora estoy peleando un puesto en Primera», confesó con alegría.
-¿Por qué motivo no lo esperabas?
-Siempre me mentalicé que en cualquier momento me podía tocar y estaba preparado para que cuando suceda lo pudiese aprovechar. Por eso creo que cuando Lucas (Nardi) me dio la oportunidad, la pude aprovechar. Le demostré que podía y me dio rodaje en el equipo.
-Por más que fue rápido, hubo un largo recorrido…
-Y, arranqué de pibe. Siempre me gustó jugar a la pelota e iba a la escuela del Ñato (por Néstor Frediani) que estaba atrás del cuartel de los bomberos. Iba con mi hermano. Pero no era algo serio. Mi familia quería que estudie y hacerlo junto al fútbol es muy jodido. Después jugué en la liga de mi barrio, en Abril. Ahí, con 12 años, me dijeron de ir a Estudiantes y no quise. Surgió lo de Quilmes y llegué en Pre Novena. Pero en la primera prueba el Mudo López y Matías (Neto), me dijeron que no. Pero insistí y volví a una prueba con edad de Séptima y también con Neto y Javier Patalano, ahí me dijeron que sí pero que solo podía jugar en la Liga Metropolitana, porque AFA ya había cerrado. Eso fue a mitad de año, yo no entendía ni cómo era la organización del fútbol.
-¿Con quién fuiste?
-Fui con mi tío, que es muy hincha de Quilmes y me decía que yo tenía condiciones. Empecé a jugar en Metro y solo jugué en la Sexta de AFA con Patalano y en la Quinta con Frediani, hasta que salté al plantel profesional.
-¿Que recuerdos tenés de pibe?
-La pelota. Estaba todo el día jugando. Era muy futbolero. Me encanta. Miro fúbol todo el día. No me desconectó mucho, lo vivo con pasión e intento entender el juego.
-¿Te costó insertarte en el ambiente del fútbol?
-No. Yo no entendía el ámbiente pero, de a poco, le fui agarrando la mano. Si sos inteligente te vas dando cuenta cuál es el camino que tenés que recorrer y el respeto con el que te debés manejar.
-¿Y los famosos códigos con los compañeros?
-Pasa por la inteligencia. sino abusás de la confianza del otro y sabés lo que está bien y lo que está mal, no vas a tener problemas.
-¿Cuál fue el momento más lindo que te dio el fútbol?
-Sacando el debut… cuando firmé contrato como jugador profesional de Quilmes. Nunca pensé que iba a hacerlo. No era algo cercano. Cuando me llamaron y me lo dijeron, no lo podía creer: «¿Cómo firmar cotrato?», dije. Me dí cuenta que empezaba una etapa distinta. Ya no solo era un juego sino que ahora es un trabajo. Yo igual lo veo de la otra manera.
-¿Jugás para divertirte?
-No lo veo como un trabajo en particular. Me sigo divirtiendo. Ojalá el día de mañana se transforme en un medio de vida.
-¿Y el estudio en qué quedó?
-Terminé el colegio en Abril. Mi vieja siempre me dijo que era lo principal y que si no, no me dejaba jugar al fútbol. Cuando entré a las inferiores, me faltaban dos años para terminar el colegio y faltaba todas las mañanas en una escuela que era doble turno. Me perdía Italiano, Inglés, Portugués y Castellano y me llevé todo a diciembre y a febrero. Los dos años tuve que rendirlas todas a fin de año. Era un esfuerzo que estaba dispuesto a hacer para poder jugar al fútbol. Después arranqué a estudiar Relaciones Públicas en la UADE, la dejé porque no me gustó la carrera e iba a arrancar otra, justo cuando me suben a Primera a mitad de este año. Ahí me frené y esperé. Ahora tengo ganas de anotarme en Periodismo Deportivo en la UADE.
-¿A qué le apuntas?
-Yo le apunto a ascender con Quilmes; es lo que todos queremos. El día de mañana: la Selección, Europa… los sueños de todo futbolista. Pero siempre con los pies sobre la tierra. Lo primero es el ascenso.
-¿Qué le vas a pedir a Papá Noel?
-Ascender. Ojalá sea con un gol mío, en el minuto final del último partido. No sé cómo lo gritaría, pero es lo que más deseo.
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Sebastián Kerle
