Argentino de Quilmes está a un solo paso de regresar a la B Metropolitana, 90 minutos lo separan del gran sueño.
El Mate ayer se entrenó en el club con la mente puesta en el cruce decisivo del domingo contra Victoriano Arenas por la penúltima fecha del Torneo 2018/2019.
Si AQ consigue una victoria ante CAVA se consagrará campeón de la Primera C.
El plantel trabajó en el gimnasio, los futbolistas levantaron pesas y realizaron tareas aeróbicas bajo la supervisión del preparador físico Juan Romero.
Después el grupo continuó el entrenamiento en el campo auxiliar, allí los futbolistas disfrutaron del tenis-fútbol, entre equipos formados por tres jugadores.
En cuanto a lo futbolístico, el defensor Santiago López cumplió la fecha de suspensión después de haber llegado a la quinta amarilla y podrá estar el domingo.
El Criollo quiere vivir una gran fiesta en la Barranca. El Mate busca consagrarse tras haber hecho una espectacular campaña. Los de Pedro Monzón anhelan materializar su sueño.
La fuerza del compromiso y el sacrificio
Pedro Damián Monzón llegó a Argentino de Quilmes para dirigirlo, para ser la persona que decida quiénes juegan y quiénes van al banco de suplentes. Él es el primero en remarcar la disciplina y jamás le tembló el pulso para dejar afuera a un jugador clave para el equipo.
Con su trayectoria y experiencia se ganó el respeto de todo un plantel, punto clave para armar un grupo sólido que se anime a pelear por algo importante como es un ascenso.
Moncho armó un equipo y supo explotar los recursos del club aquellos juveniles que necesitaban la confianza necesaria para pegar el salto-, como es el caso de Fabrizio Acosta, Enzo Zárate, Matías Martínez, Rodrigo Marothi, Nicolás Herrera y Matías Irala. Los chicos demostraron absoluta capacidad para ganarse un lugar.
AQ no es un equipo vistoso, ni siquiera se caracteriza por la tenencia del balón. No obstante, se hizo de abajo: el sacrificio y la concentración lo llevaron a liderar la tabla de posiciones y a sostenerse.
El sueño está más cerca que nunca, está a un partido. El Mate quiere sonreír y el domingo es el día para hacerlo.
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Fernando Martini
