Santiago, un joven de Lanús, volvió a respirar profundamente y sin dificultades por primera vez en años, gracias a una exitosa operación a corazón abierto. A sus 18 años, Santiago es el paciente más joven en someterse a una tromboendarterectomía pulmonar en el Hospital El Cruce (HEC) de Florencio Varela, un procedimiento que enfrenta la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica, una enfermedad rara y de alta complejidad.
El calvario de Santiago comenzó a los 14 años, cuando sufrió un esguince de tobillo mientras jugaba al básquet. Lo que parecía una lesión menor terminó convirtiéndose en una trombosis venosa profunda, y luego en una serie de complicaciones que lo llevaron a tener problemas respiratorios graves. Durante un viaje escolar a Bariloche, Santiago notó que se quedaba sin aire y se fatigaba rápidamente, lo que lo llevó a una clínica local. Allí, un cardiólogo detectó alteraciones en su corazón, encendiendo las alarmas sobre la gravedad de su condición.
De regreso a Buenos Aires, fue trasladado al Hospital El Cruce, donde el equipo médico, encabezado por el Dr. Marcelo Nahin y el neumonólogo Dr. Daniel Aimone, decidió que Santiago era un candidato ideal para una tromboendarterectomía pulmonar. Esta cirugía implicó abrir el pecho de Santiago y limpiar los trombos centrales en ambos sistemas vasculares pulmonares. Se trata de una operación de alto riesgo, pero fue la única opción para mejorar su calidad de vida.
La operación fue un éxito rotundo. Horas después de la cirugía, Santiago ya podía caminar sin sentir la falta de aire que había experimentado durante años. Con un espíritu renovado y el apoyo incondicional de su padre Alejandro y su novia Karen, Santiago salió del hospital con una nueva oportunidad de vivir plenamente. «Me cambió el ánimo, toda mi salud», afirmó con una sonrisa.
La historia de Santiago es un testimonio de esperanza y determinación, y un recordatorio del increíble trabajo que realizan los profesionales de la salud en el Hospital El Cruce. Su regreso a casa marca el comienzo de una nueva etapa, llena de optimismo y sueños por cumplir. Al mismo tiempo, el caso de Santiago arroja luz sobre la importancia de la investigación y el tratamiento de enfermedades raras como la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica, que a menudo pasan desapercibidas en la práctica médica.
