La guardia de la Ceni, cerrada

Las hijas de una mujer que falleció en la clínica de Andrés Baranda denunciaron públicamente que no recibieron atención durante una madrugada y buscan respuestas

Dos hermanas denunciaron que su madre falleció en la Clínica Ceni de Quilmes luego de que la mujer no sea recibida en la guardia del sanatorio y tras recurrir al ex Dispensario Municipal para recibir las atenciones de urgencia.

María Fernanda y Carina Miranda aseguraron que cuando finalmente la paciente fue internada en Ceni, murió a las pocas horas sin saber qué tratamiento recibió, ya que los médicos aseguraron que por el protocolo de COVID-19 ningún famiilar podía quedar a resguardo de la madre.

Elva Suárez era una paciente con colesterol alto e hipertensión arterial que, a los 76 años, llevaba una vida activa a pesar de algunos altibajos en la salud.

En enero, había sufrido «síndrome vertiginoso», por lo que recibió tratamiento en el Instituto Municipal Ramón Carrillo (ex Dispensario) por los turnos a largo plazo que otorgaba Ceni.

El 28 de mayo, Elva se descompensó y las hermanas la llevaron de urgencia, a las 2.30, a la Clínica Ceni, que le corresponde por el PAMI. Tocaron el timbre y golpearon las puertas de vidrio por lo menos 15 minutos, pero no fueron atendidas.

Ahí notaron que la cámara de seguridad de la clínica, ubicada en Andrés Baranda Nº 1096, apuntaba hacia el techo y, finalmente, decidieron llevar a la madre al ex Dispensario, con la seguridad de que allí sería atendida correctamente.

Una vez que allí fue recibida por el médico de guardia, Elva fue llevada a su casa, pero pocas horas después volvió a descomponerse.

Las hijas volvieron a llevarla a Ceni, donde fue internada y aislada por el protocolo que indica el COVID-19 y luego de comprobarse en un estudio que tenía una mancha en el pulmón -según María Fernanda y Carina, producto de la tuberculosis que contrajo en los 80-.

La paciente tuvo el tratamiento que recibe un enfermo de coronavirus, por lo que los familiares no pudieron quedarse en la clínica, no obstante lo cual Carina pudo ingresar a la sala y quitarle a su madre el anillo y los aros que llevaba.

Horas después, Elva falleció por un paro cardíaco y un Accidente Cerebro Vascular. Su cuerpo fue entregado cinco días después y la familia nunca supo el tratamiento que recibió.

Las hermanas mantienen las dudas sobre la forma en que fue atendida la madre, ya que la respuesta de los médicos y directivos fue contradictoria y confusa: «no sabemos qué hicieron con nuestra madre, no pudimos estar a su lado en las últimas horas, ella no tenía COVID-19, solamente pedíamos estar a su lado por lo que necesitara», señalaron a El Sol.

Tras presentar quejas a la clínica y al PAMI por el caso, solo comprobaron que la cámara de vigilancia fue acomodada apropiadamente, pero no hubo respuesta a ninguno de los cuestionamientos planteados.

Actualmente, las mujeres buscan tener asesoramiento e iniciar acciones legales por no haber sido recibidas en la guardia y por la falta de información sobre el tratamiento que terminó con el desenlace fatal.

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