En una movida decisiva, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, logró asegurar las firmas necesarias para avanzar con el dictamen de la ley Bases en el Senado. Esta acción ocurrió luego de un plenario de comisiones que concluyó con un pedido de cuarto intermedio debido a la falta de apoyo suficiente para el dictamen por parte del oficialismo.
Francos, determinado a impulsar la aprobación de la ley, se dirigió al Congreso cerca de las 20 horas y consiguió las firmas de tres senadores que habían mostrado críticas hacia el proyecto: Edgardo Kueider, un peronista disidente de Entre Ríos; Guadalupe Tagliaferri, alineada con Horacio Rodríguez Larreta de CABA; y José Carambia de Santa Cruz. Esta maniobra permitió al oficialismo estar en condiciones de llevar la discusión al recinto próximamente.
A pesar de que el plenario ya había finalizado y no se había firmado nada, Francos aseguró que los dictámenes estaban aprobados, una afirmación que será verificada en la sesión del jueves. La intervención de la vicepresidenta Victoria Villarruel también fue crucial, ya que su influencia facilitó las negociaciones con los senadores.
Un Camino Complicado
Desde su llegada al gobierno, Javier Milei ha enfrentado desafíos significativos para conseguir la aprobación de proyectos en el Congreso. La designación de Francos, un jefe de Gabinete con una reputación dialoguista, fue vista como un esfuerzo por parte de Milei para obtener respaldo político, algo que tanto el oficialismo como observadores internacionales consideran vital para la estabilidad del gobierno.
Durante el plenario, el senador radical Martín Lousteau había anunciado que presentaría su propio dictamen, lo que complicaba aún más el panorama para el oficialismo. Sin embargo, la rápida acción de Francos logró evitar más demoras y asegurar el apoyo necesario.
Firmas en Disidencia
Kueider, Tagliaferri y Carambia firmaron el dictamen en disidencia, expresando sus críticas al proyecto. A pesar de esto, su respaldo permite que el proyecto avance y sea discutido en el recinto en los próximos días. Esta situación demuestra la complejidad y las tensiones políticas en juego, así como la capacidad del gobierno para negociar y buscar consensos en momentos críticos.
