Luka, el pequeño Messi

AFA: el hijo del quilmeño Diego Romero nació en México durante 2004, reside en España, juega en el Mallorca y fue citado para entrenar con el Sub 15. "Mi sueño es vestir la camiseta de la Selección Nacional", confesó el juvenil de tres nacionalidades

Luka Romero, con 13 años, desde España llegó al país para jugar en la Selección Argentina. Pero viaje comenzó el 18 de noviembre de 2004, cuando nació junto a su mellizo, Tobías (arquero), en la ciudad mexicana de Durango. Fue el fruto del paso de su padre, el quilmeño Diego Romero, ex futbolista de Quilmes, por el equipo de ascenso Alacranes de Durango. Su madre, también argentina, completa el círculo de tamaña identificación con la nación que acunó a Lionel Messi, ídolo de Luka: «trato de imitar a Leo en algunos movimientos, creo que es el mejor del mundo».
El mismo Luka se define como un jugador «veloz, que intento crear juego desde mi posición» y que disfruta también de poder definir algunas acciones.
Consultado sobre sus preferencias a la hora de la finalización dentro de la cancha, el chico no duda: «me gusta más asistir a un compañero que marcar un gol».
Generosidad plasmada en los pocos entrenamientos, pero intensos, en los que gambeteó, anotó y se divirtió junto a sus compañeros de Selección Nacional Sub 15. Así como lo hace cada uno en su club. Así como el pequeño enganche despliega su magia en los campos del Mallorca, equipo que advirtió un talento único y lo fichó por ocho años.

Prebenjamín

Luka llegó a España con apenas 2 años de edad, siguiendo los pasos de su padre, quien fue contratado por la Sociedad Deportiva San Pedro. Y fue ahí donde el prebenjamín (categoría menor en las infantiles españolas) forjó una relación con la pelota.
No podía ser de otra manera: «tengo una familia muy futbolera, sobre todo mi papá, que todavía juega y siempre fomentó el fútbol entre nosotros».
Pero la historia de mudanzas en tierras peninsulares continuó, ya que Diego fue fichado por la Sociedad Deportiva Formentera y, claro, su gente acompañó. Por eso, Luka también trasladó su fútbol, en plena evolución, hacia las islas Baleares, ya que tras un fugaz paso por Formentera se anotó en el listado del Sant Jordi, equipo situado en la paradisíaca región de Ibiza. Siempre cerca del Mar Mediterráneo, el juvenil Romero desarmó defensas y deslumbró a propios y extraños…
Hasta Dani Alves en alguna ocasión pudo verlo jugar y halagó su fútbol comparándolo, nada más y nada menos que, con el pequeño Messi.

El Mallorca

Mientras transitaba su décima primavera, miembros del staff formativo del Real Club Deportivo Mallorca fijaron sus ojos en Luka, que en aquel momento militaba en las categorías menores del Málaga y decidieron cobijarlo para nutrir la formación de la futura joya.
«Me puse muy contento, porque se trataba del llamado de un club con muy buena cantera y sabía que ahí me iban a brindar las condiciones para desarrollarme», afirmó.
Desde el principio, Mallorca ponderó la técnica en velocidad como premisa para el accionar de Romero: «los entrenamientos siempre fueron vinculados a la posesión de pelota con el campo mojado; nos hacen pensar rápido y me piden que gambetee y dé pases de gol».
Similares metodologías las utilizadas por los protagonistas de las Selecciones Juveniles en el Predio que la AFA posee en Ezeiza.
La filosofía de la tenencia de balón, la filtración de pases y la capacidad de reacción en velocidad son aspectos primordiales para el cuerpo técnico nacional. Y sobre ese espacio donde crecen las promesas argentinas, también desliza conceptos emotivos el pelilargo juvenil: «cuando llegué me sorprendí. Yo hacía tres años que no venía a la República Argentina, y recuerdo que al llegar la última vez pasé por aquí. Siempre fue mirarlo con ganas de estar en este lugar y hoy lo logré».
Semejantes reacciones al ser consultado sobre la casa de los seleccionados llevan a una última conclusión, indefectiblemente relevante para un chico que comparte tres nacionalidades y tiene la posibilidad de elegir qué colores defender.
«Toda mi familia es argentina; mi sueño es vestir la camiseta de la Selección Argentina», sentencia.
Ahora, un nuevo cruce oceánico lo espera, ya que concluyó su primera semana bajo el mando del staff comandado por Hermes Desio (Coordinador de Selecciones Juveniles de AFA) y pudo conocer el complejo deportivo donde se entrenan sus ídolos.
Llegó el momento de retornar a su hogar, allí en la isla de Mallorca, donde la institución representativa de la comunidad espera con ansias a su tímida joyita. Y Argentina ya lo sabe, se llama Luka Romero. Recuerden su nombre…

La familia Romero: Tobías, Diego y Luka en el Mallorca

deportes@elsolnoticias.com.ar

 

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