Odontólogos contra el mercurio

Se firmó un convenio para reducir la utilización del químico que afecta al medio ambiente y perjudica la salud. Los especialistas aseguran que hay mejores alternativas

Referentes en salud bucal de la Provincia de Buenos Aires firmaron un documento de consenso técnico sobre la reducción del uso de mercurio en odontología, un material presente en la amalgama dental que afecta al medio ambiente y puede perjudicar la salud humana.
«Representantes de todas las instituciones presentes estuvimos de acuerdo en la importancia de acompañar esta medida y en generar ámbitos que propicien la actualización y capacitación de los profesionales a prácticas alternativas basadas en la evidencia científica», explicó Gabriel González, director provincial de Programas Sanitarios del ministerio de Salud bonaerense, donde se llevó a cabo la firma.
La medida se encuentra en sintonía con el Convenio de Minamata de 2013 firmado a nivel mundial, en el que se decidieron medidas para la disminución gradual del uso y extracción del mercurio. La cartera sanitaria nacional también adhirió a este acuerdo promovido por la Organización Mundial de la Salud para minimizar la exposición y reemplazar al mercurio en el sector salud. El año pasado, en tanto, la provincia de Buenos Aires adhirió al documento de consenso sobre la reducción del uso de amalgamas.
Del encuentro, también participaron María de los Ángeles Rouillet, coordinadora del Programa de Implementación de Políticas Públicas en Salud Bucal (PIPPS); Nahuel Bustos, Secretario General del Colegio de Odontólogos de la Provincia de Buenos Aires (COSUCOBA); Dario Svirnovsky, vicepresidente de COSUCOBA; Juan José Oviedo, representante de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de la Plata; Gustavo Marcelo Mansilla, decano de la Facultad de Odontología de la Universidad Católica de La Plata; Pedro Alconada, vicepresidente de la Sociedad Odontológica de La Plata; Sebastián Ambrosis, vocal titular de la SOLP y los asesores del Programa de Salud Bucal, Paula Guz y Pablo Santi.
De este modo, explicaron los especialistas, «la Provincia de Buenos Aires dio un paso importante en la erradicación del uso del mercurio en odontología, habida cuenta de que este material representa un peligro para la salud de la población y de los trabajadores sanitarios». Afecta, sobre todo, al sistema nervioso central y a los riñones, y es especialmente nocivo en embarazadas y niños.

 

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