Perpetua para el asesino de una mujer que fue quemada en Ezpeleta

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Los familiares de la víctima luego de conocer la sentencia (Gentileza DataJudicial)

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 4 de Quilmes condenó a prisión perpetua al joven que fue juzgado por el asesinato de la vecina de Ezpeleta, Ángela Chiapello, de 61 años, ocurrido el 8 de agosto de 2020.

Los jueces Alberto Elio Ojeda, Sandra Viviana Fragomen y Edgardo Salatino, dieron a conocer el veredicto condenatorio contra Braian “Tati” Fleita, de 25 años, por el delito de “homicidio criminis causa y robo calificado en poblado y en banda”.

Fleitas, recibió una pena de “prisión perpetua”, tal cual había solicitado el fiscal de Juicio, Claudio Pelayo, por el crimen de Ángela Chiapello.

“Estamos conformes con el fallo del Tribunal, era lo que esperábamos”, dijo Griselda, hija de la víctima, al sitio DataJudicial.

En la noche del 8 de agosto de 2020, Ángela Chiapello descansaba en su domicilio ubicado en Bogotá entre Colombia y Ecuador, de Ezpeleta, cuando sus vecinos vieron humo saliendo de la casa y corrieron a ayudarla. Los asaltantes habían prendido fuego un placard de su habitación y se fueron de la vivienda cerrando las puertas con llave. La mujer quedó atrapada dentro del lugar y sin posibilidad de escapar. Ángela Chiapello estuvo seis días internada y finalmente murió. Tenía golpes en la cabeza, en el rostro y en los brazos.

Durante el juicio, los Bomberos que intervinieron en la investigación determinaron que el fuego fue provocado por un agente externo en las cortinas y descartaron todo tipo de accidentes.

Los acusados tenían en su poder el televisor, una heladera, ollas y una campera que fue reconocida por la hija de Ángela y la SUBE de la víctima.

Los pesquisas establecieron que esos elementos fueron sustraídos de la vivienda en un carro.

En tanto, el fiscal también pidió investigar a la exesposa de Fleitas y a otros declarantes por falso testimonio, lo cual fue avalado por el Tribunal para que se le inicie una causa.

Por último, la Policía comprobó que ni la puerta de acceso ni las aberturas habían sido violentadas, por lo que posiblemente los agresores entraron con la llave.

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