A ocho fechas de finalizar la etapa regular, las cosas están claras. Quilmes quedó lejos del primer puesto y a la vez está a una distancia considerable del riesgo de quedar afuera de la participación del torneo Reducido por el segundo ascenso a Primera.
Más allá de las declaraciones de compromiso de los protagonistas, tales como “mientras haya posibilidades matemáticas vamos a luchas hasta el final” u otras como “tenemos que jugar con los de arriba” y “todos tienen que jugar con todos”, desde el costado sincero desde hace varias fechas que la posibilidad de terminar primero quedó solo para los cazadores de utopías.
Los 9 puntos que separan a Quilmes del ahora puntero Chacarita, son muchísimos para los 24 que quedan en juego. Supongamos un triunfo Cervecero en el cruce ante el Funebrero, luego Chaca deberá perder otros dos partidos, cuando en las 26 fechas que lleva el torneo perdió solo dos.
Sigamos suponiendo que eso es probable. También Quilmes necesitaría ganarle a Maipú y a Independiente Rivadavia y que estos equipos como también Chaca, pierdan otros dos partidos más para poder descontar los ocho puntos que le llevan al equipo de Sciacqua. Salir primero: game over.
Al mismo tiempo, que si es casi imposible jugar la final por el primer ascenso, solo una catástrofe deportiva lo sacaría al Cervecero del Torneo Reducido. La distancia con el primer equipo que por el momento no lo juega (Mitre), también es de ocho puntos.
De seguir con esta tendencia, Quilmes podría asegurarse de manera matemática su participación al Reducido dos o tres fechas antes. Por lo que habrá dos o tres semanas antes para ir preparando el torneo eliminatorio.
El tiempo en el fútbol es tan importante como cualquier jugador. Por lo que el Cervecero, no debería llegar a ese tiempo calendario, ya cuenta hoy con una perspectiva clara de lo que le espera por adelante. Entonces sin descuidar ni regalar partidos, para no complicarse la vida, deberá ya ir preparando al plantel para jugar el Reducido.
Este certamen será de solo 6 partidos, casi como un Mundial pero sin fase de grupo (no hay revancha). No es lo mismo jugar un partido o dos choques de ida y vuelta, como se´ra desde cuartos de final, que como se hace en la etapa regular de la temporada. Según como termine en la tabla se sabrá si habrá o no ventaja deportiva para Quilmes en esos primeros cruces.
Más allá de eso, desde lo futbolístico, físico y mental el equipo ya se tiene que mentalizar que va a jugar un Mundial por el ascenso. Hay que aprovechar el tiempo.
SEBASTIAN KERLE
