Robos y miedo en la autopista Buenos Aires-La Plata

Los delincuentes aprovechan la inacción de las fuerzas de seguridad para robar a los automovilistas y desmontar los carteles de publicidad a la vera de la traza. Se reiteran las quejas de los usuarios porque se sienten desprotegidos

Lejos de convertirse en un camino rápido y seguro para acceder a la CABA y a la capital provincial, la autopista Buenos Aires-La Plata le ha dado a sus usuarios más de un dolor de cabeza.

Los interminables congestionamientos que produjo la cuarentena se sumaron a la ya habitual inseguridad en algunos sectores y a los accidentes cotidianos, mucho de ellos de gravedad.

Este año no fue bueno para los automovilistas que solían utilizar la autopista como un acceso rápido y seguro a la Ciudad de Buenos Aires o a La Plata. Hace dos meses, con el inicio del aislamiento obligatorio a raíz de la pandemia de coronavirus, son habituales los congestionamientos y las largas esperas.

A esta nueva realidad se suma la ya habitual inseguridad: piedrazos a los automovilistas, a los colectivos de larga distancia y asaltos de todo tipo en los sectores cercanos a las villas (sobre todo en el tramo que va de Quilmes a Bernal, por la presencia de las pobladas El Monte-Matadero) suponen un riesgo cierto para los usuarios, que la semana pasada volvieron a pagar peaje luego de una excepción por la cuarentena.

Los robos no solo afectan a los conductores, los delincuentes también roban las lonas de los carteles de publicidad, produciendo un daño económico a las empresas encargadas de la explotación comercial, que no cuentan con herramientas para evitarlo.
Según se comenta, los vecinos de los asentamientos cercanos a la autovía utilizan ese material para acondicionar sus viviendas, aprovechando la falta de seguridad y controles de la empresa AUBASA, de la Policía Bonaerense y de la Dirección de Vialidad provincial.
Es común recibir en esta Redacción las quejas de los usuarios denunciando la presencia de móviles de Vialidad provincial con agentes en su interior más atentos a sus teléfonos celulares que al control de la circulación y los eventuales problemas de los automovilistas.
Los delincuentes aprovechan asimismo el fácil acceso a la autovía para apedrear a los automovilistas y colectivos, que frenan para evitar un accidente y son asaltados con violencia.

Casos recientes

El 6 de octubre de 2019 atacaron un micro repleto de alumnos del nivel secundario de la Escuela Italiana de La Plata.
El micro se desplazaba a la altura de Dock Sud cuando, a aproximadamente a unos 800 metros del peaje, una piedra impactó en uno de los vidrios laterales, provocando destrozos.
En septiembre de 2019, el quilmeño Nahuel Zacarías, de 23 años, murió al ser golpeado por una piedra en la cabeza cuando descendía de la autopista a El Triángulo de Bernal.
En agosto del mismo año también fue atacado a piedrazos un micro que transportaba pasajeros en la bajada de La Plata.

A pesar de la presencia de la Bonaerense, los delincuentes actúan con total libertad
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