La Justicia Federal investiga el «bautismo» que recibieron unos 35 paracaidistas que completaban su formación en el Tercer Cuerpo de Ejército, con asiento en Córdoba, a los cuales se les arrojó cal viva en el rostro.
En el video que se viralizó se puede ver que en el establecimiento militar situado en el camino a La Calera, un superior les gritaba a jóvenes que tenían rodilla en tierra «¡Paracaidista!» y a la respuesta «¡Siempre!», les arrojaba cal viva en las caras, que quedaban completamente blancas.
Según el abogado Jerónimo Algañaraz, quien presentó una denuncia por el hecho, ocurrido en mayo, varios de los militares sufrieron lesiones por esa práctica de iniciación.
Algañaraz indicó al portal de Cadena 3 que los lesionados fueron asistidos en un hospital de la zona y en el Regimiento 14 del Ejército.
A los efectivos, además de la cal viva le dieron un «baño de sidra», lo que habría derivado en una situación más peligrosa, denunció.
«Algunos hoy presentan todavía lesiones porque la cal se activa en contacto con la mucosa o con las partes húmedas del propio cuerpo, como la boca, los ojos y las vías respiratorias«, añadió el letrado.
Si bien señaló que ya no hay internados, aseguró que «hay chicos que tienen quemado el estómago, los pulmones, el esófago, los ojos».
Además, Algañaraz recordó que los actos brutales en los «bautismos» se encuntran prohibidos desde 2022 por disposición del Ministerio de Defensa. La determinación se tomó a raiz de la muerte del subteniente Matías Chirino, de 22 años, en un regimiento de Paso de los Libres, Corrientes, en 2022.
