San Cayetano: en busca de esperanza

Con la presencia del Obispo de Quilmes, Carlos Tissera, la comunidad de la parroquia San Cayetano de Berazategui vivió su fiesta de devoción al Santo Patrono del Trabajo, en el barrio Ducilo de esta ciudad.

Un incesante desfile de files pasaron por el templo portando las estampitas con la espiga de trigo, recibiendo la bendición de los sacerdotes y diáconos y el afecto de los voluntarios que antendieron en todo momento sus necesidades.
«A pesar de estar pasandola muy mal en este momento dado que tengo tres hijos que no tienen trabajo, siempre hay esperanza, por eso le vengo a pedir a San Cayetano que se acuerde de nuestra familia», destacó Gladys de Villa España consultada por este medio.
«Acá se ven muchas realidades diferentes, porque hay gente que viene a pedir y también a agradecer por trabajo y salud, destacó un voluntario de pechera verde, hay quienes llegan sin esperanza y se van con una respuesta de parte del Santo».
«Vinimos de varias parroquias, todos a colaborar, agregó uno de los diáconos que atendieron las largas colas de fieles que se formaron en la calle 151 entre 6 y 7 frente al templo, la fe de la gente nos moviliza. Una señora vino a pedir por su nuera de 33 años que padece cáncer, otra mujer vino a rezar por el parto que lleva con alguna dificultad pero sin lugar a dudas la mayor parte reza por obtener un empleo y otros por no perder el que tienen».
En el Santuario se brindaron misas cada dos horas y hubo distintos espacios, donde la gente con intimidad tuvo imágenes del Santo para poder transmitir su agradecimiento o su pena en busca de un alivio. Algunos visiblemente emocionados, con lágrimas en los ojos y padecimientos desconocidos para el resto. Cada uno que llevó su problema volvió esperando un alivio, una solución. Incluso hubo un espacio para la solidaridad, donde se recibieron donaciones de ropa que la comunidad pudo acercar, para aquellos que deben afrontar el crudo invierno sin el abrigo suficiente.
San Cayetano volvió a tener su encuentro, aunque no se notó un clima de fiesta, más bien de reflexión, contención y solidaridad…

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