La Diócesis de Quilmes vivió el pasado sábado la XXVIII Misa de la Esperanza en el Cruce Varela, coincidiendo con la VII Jornada Mundial de los Pobres instituida por el Papa Francisco en 2017. El Obispo Carlos José Tissera lideró la ceremonia, acompañado por el Obispo Auxiliar Eduardo Redondo, el Obispo emérito Juan Carlos Romanín, y otros líderes religiosos.
La celebración, que contó con una gran asistencia de fieles de diversos rincones de la región, incluyó la participación de destacadas figuras como Juan José Mussi e Andrés Watson, intendentes de Berazategui y Florencio Varela, respectivamente, así como el ex embajador argentino en la Santa Sede, Carlos Cúster, y el pastor Arturo Blatezky de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.
En su homilía, Monseñor Tissera destacó la necesidad de abordar las causas estructurales de la pobreza y resaltó las palabras del Papa Francisco sobre la importancia de resolver radicalmente los problemas de los pobres. Abogó por un enfoque que abandone la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera.
El obispo expresó su agradecimiento por la próxima beatificación del Cardenal Eduardo Francisco Pironio y recordó la importancia de la esperanza en la construcción de una nueva humanidad. Además, hizo un llamado a rezar por el momento actual del país y recordó las enseñanzas del Siervo de Dios Novak, destacando la esperanza que persiste gracias a las acciones solidarias de la sociedad.
Previo a la Misa, los diferentes departamentos, movimientos y grupos de la diócesis compartieron sus carismas en la Expo-Feria del camino sinodal, enriqueciendo aún más esta jornada significativa.
