Siguen las dudas en torno al caso de Yésica Cuevas, la mujer de Berazategui que desapareció horas antes de dar a luz trillizos. Si bien el marido y la madre confirmaron el embarazo, para la Justicia no hay pruebas.
Javier Balmaceda, marido de Yésica, sostuvo que el día en que desapareció fue a buscar a la mujer a la casa de su suegra cerca de las 9:30 para ir al Hospital Evita Pueblo, donde daría a luz, pero que no la encontró.
Por otro lado, se conocieron imágenes de las cámaras de seguridad de la zona que confirman la salida de una persona con apariencia y vestimenta similar a la de Yésica Cuevas, que va desde de la casa de su madre en dirección a la farmacia.
Se supo también que el fiscal Christian Granados, a cargo de la causa, tiene en su poder la historia clínica del Hospital Evita de Berazategui, donde no figura ningún control previo de embarazo y tampoco un diagnóstico de esa naturaleza.
Incluso, el funcionario judicial también hizo averiguaciones en un centro ginecológico del barrio, donde solo encontró una referencia a un posible embarazo, aunque sin que hubiera constancia con algún estudio de imágenes.
En este marco, tanto la mamá de Cuevas como su actual pareja, Javier Balmaceda, recalcaron a los investigadores que ella estaba embarazada de trillizos, según sus propios dichos.
Sin embargo, un obstetra que atendió a la mujer el año pasado en dos oportunidades declaró que «nunca» pudo comprobar que ella estuviera embarazada.
Balmaceda habló con A24 y dio detalles de los últimos días de la mujer. «Con mi familia y mis hijas estamos muy mal. Desde el lunes que estoy en su búsqueda», aseveró.
«La verdad, no sé qué pasó, quedamos todos asombrados acá en la familia esperando una buena noticia porque llegó el día y… ella me había prometido dos varones y una nena», recalcó sobre su desaparición.
Ante la consulta de si la había visto embarazada, Balmaceda sostuvo que “ella era anchita, tenía panza”. Sobre este punto dijo: “Yo siempre le creí. A veces, viste que la gente habla y nos decían que la panza era chica, pero bueno, no todos somos iguales”.
El hombre, además, se refirió a los estudios médicos que se había realizado la mujer en dos centros de salud diferentes. “Al de Berazategui la acompañé dos veces, uno entré con ella y en el otro la esperé afuera”, expresó.
“En el primero (de los turnos), entramos, hablamos que se tenía que hacer un estudio y la revisó el médico. Después fuimos de vuelta y entró ella sola. Cuando la acompañé al Evita Pueblo (…) siempre se atendía por guardia”, dijo.
Además, Balmaceda contó cómo recibió la noticia del embarazo. “Primero me dijo que eran mellizos, una nena y un varón. Yo estaba con mis sobrinos, abrazándonos con mi hermana…Llego a casa, la abrazo, ella se pone a llorar y yo también. Fue hermoso”, relató sobre los hechos.
Se conoció, más allá del relato del hombre, que existe un antecedente de denuncia de violencia de género del año pasado contra Balmaceda, pero que fue archivado por falta de pruebas y que ambos siguieron conviviendo.
“Cuando ella me denuncia, yo al otro día la cito, nos vemos en una plaza y ella llorando mi dijo que había un bebé más, que eran trillizos. Yo la abracé y lloramos», afirmó el hombre.
Margarita, madre de Yésica Cuevas, apuntó contra Balmaceda y recalcó el contexto de violencia de género que vivía su hija.
“Él tenía una perimetral, pero la convenció de que ella vuelva a su domicilio”, aseguró. “A él no le creo nada. Un hombre que maltrata a una mujer no es nada”, remarcó.
La madre contó, además, que existen una serie de imágenes en las que se ve por última vez a la mujer hoy desaparecida, donde se registra cómo sube a un colectivo. En la zona también se registra al auto de Javier Balmaceda.
“Ella se fue a escondidas de él (…) En la parada la veo que está cerca del cordón, mira hacia el colectivo, se vuelve hacia atrás contra la pared y cuando el colectivo para, se mete rápido entre las personas, gana la puerta y sube”, detalló Margarita.
“Él me dijo que dobló muy rápido y que por eso no la vio”, aseveró sobre la presencia del auto de Balmaceda en el lugar, justo antes de que Cuevas se subiera al transporte público.
Por otro lado, se supo que la presunta embarazada dejó en su casa su teléfono celular. En esta línea, la madre reveló que revisó el teléfono y halló «búsquedas en Google de fotos de ecografías de embarazadas».
