La multinacional sueca, líder mundial en la fabricación de rodamientos para la industria y el agro, confirmó el cierre de su planta en Tortuguitas. La medida deja 145 trabajadores despedidos y pone fin a más de un siglo de presencia en Argentina.
La compañía SKF Argentina, filial local del grupo sueco especializado en rodamientos y soluciones industriales, anunció el cierre definitivo de su planta en Tortuguitas, partido de Malvinas Argentinas. La decisión, que afecta a 145 empleados, implica la reconversión de la empresa en una importadora y el fin de la producción nacional luego de más de 50 años de actividad fabril.
Fundada en 1917, SKF fue una de las primeras multinacionales en instalarse en el país y llegó a convertirse en proveedora clave del sector industrial y agropecuario argentino, con presencia en fábricas automotrices, molinos, siderúrgicas y maquinaria agrícola. Su sede local fue durante décadas símbolo del desarrollo industrial y del vínculo con el modelo productivo nacional.
Desde la compañía confirmaron que la planta de Tortuguitas —una de las más modernas de la región— cesará su actividad en las próximas semanas y que el esquema operativo se transformará en un modelo de importación y distribución de productos terminados.
El cierre se produce en un contexto de ajuste económico y apertura comercial impulsado por el gobierno de Javier Milei, que modificó la estructura de costos de las empresas industriales y redujo la competitividad del sector local frente a los productos importados.
Fuentes sindicales advirtieron que el cese de operaciones deja “una pérdida irreparable para la industria nacional”, al tiempo que remarcaron que SKF era una empresa modelo en capacitación y desarrollo tecnológico.
Con esta decisión, la histórica fábrica fundada hace más de un siglo por capitales suecos se despide de la producción argentina, marcando el final de una etapa y la continuidad de su marca únicamente como importadora.




