«Desde Cáritas Argentina -dice monseñor Tissera-, acompañamos esa inquietud y pedimos a las autoridades poner a la dignidad humana en el centro de la discusión, pensando en el bien común, para que la política y la economía se coloquen decididamente al servicio de una vida mejor para todos. Conocemos bien las consecuencias para nuestro pueblo cuando el eje son los acreedores y no la mesa de los argentinos.
«En Cáritas trabajamos cotidianamente para transformar la vida de las familias y las comunidades, promoviendo la dignidad de las personas, fortaleciendo la cultura del trabajo, la educación y la solidaridad. Nuestro principal desafío es llevar esperanza y oportunidades para salir de la pobreza. Todos somos hijos de Dios», señala.