Las postales que dejo la jornada del 24 de enero 2024 donde el pueblo le dijo no al Gobierno de Javier Milei.
En una jornada marcada por el calor intenso y en pleno período vacacional, el Congreso Nacional fue escenario de un evento sin precedentes: un masivo acto gremial que rompió marcas históricas al dirigirse al gobierno a tan solo 45 días de su asunción. Este hecho, considerado uno de los actos más multitudinarios en la historia democrática del país, se erige como una expresión de la resistencia pacífica, pero motivada y combativa, frente a las medidas consideradas como «brutales» implementadas por la administración en tan poco tiempo.
El paro, convocado contra la denominada «ley ómnibus», se transformó en un verdadero acto ómnibus, congregando a una diversidad de sectores gremiales que se unieron en una voz unísona de descontento. La convocatoria, realizada en un contexto vacacional y con temperaturas elevadas, desafió las condiciones adversas, reafirmando el compromiso y la determinación de los manifestantes.
La elección de realizar un paro a tan pocos días de asumir el nuevo gobierno no solo rompe con la tradición sino que también envía un mensaje claro de desacuerdo con las políticas implementadas hasta el momento. La estrategia del Ejecutivo, considerada por algunos como «brutal», ha generado una reacción ciudadana que, si bien se manifiesta de manera pacífica, demuestra una motivación y combatividad palpables.
Este acto gremial masivo se posiciona como un desafío para la administración, que ahora enfrenta la tarea de gestionar un descontento generalizado en un momento crucial de su mandato. La resistencia, lejos de disiparse, parece fortalecerse, dejando en claro que la relación entre el gobierno y la sociedad no será fácil y que el diálogo será esencial para encontrar soluciones consensuadas a los problemas que aquejan al país.
En una jornada marcada por el calor intenso y en pleno período vacacional, el Congreso Nacional fue escenario de un evento sin precedentes: un masivo acto gremial que rompió marcas históricas al dirigirse al gobierno a tan solo 45 días de su asunción. Este hecho, considerado uno de los actos más multitudinarios en la historia democrática del país, se erige como una expresión de la resistencia pacífica, pero motivada y combativa, frente a las medidas consideradas como «brutales» implementadas por la administración en tan poco tiempo.
El paro, convocado contra la denominada «ley ómnibus», se transformó en un verdadero acto ómnibus, congregando a una diversidad de sectores gremiales que se unieron en una voz unísona de descontento. La convocatoria, realizada en un contexto vacacional y con temperaturas elevadas, desafió las condiciones adversas, reafirmando el compromiso y la determinación de los manifestantes.
La elección de realizar un paro a tan pocos días de asumir el nuevo gobierno no solo rompe con la tradición sino que también envía un mensaje claro de desacuerdo con las políticas implementadas hasta el momento. La estrategia del Ejecutivo, considerada por algunos como «brutal», ha generado una reacción ciudadana que, si bien se manifiesta de manera pacífica, demuestra una motivación y combatividad palpables.
Este acto gremial masivo se posiciona como un desafío para la administración, que ahora enfrenta la tarea de gestionar un descontento generalizado en un momento crucial de su mandato. La resistencia, lejos de disiparse, parece fortalecerse, dejando en claro que la relación entre el gobierno y la sociedad no será fácil y que el diálogo será esencial para encontrar soluciones consensuadas a los problemas que aquejan al país.