Buscan al agresor de un chofer

La Policía trataba de dar con el paradero de un hombre que atacó a un conductor de El Nuevo Halcón, presuntamente, al confundirlo con el amante de su pareja; le amputó el dedo pulgar -lograron reinjertárselo- y le causó heridas en el índice de la mano derecha

Un hombre que le amputó un dedo a un chofer de colectivos de 33 años durante un ataque por una presunta infidelidad en Berazategui es buscado intensamente por agentes de la Policía de la Provincia, que también investigan si el agresor lo confundió con otra persona, informaron este lunes fuentes de la fuerza.

El hecho se registró el domingo por la noche cuando la víctima, de nombre Gonzalo, estaba terminando su recorrido en una formación de la línea 148 de la empresa El Nuevo Halcón, luego de reemplazar a otro compañero que, aparentemente, era a quien buscaba originalmente el atacante.

Según indicaron los voceros, el chofer llevaba sólo al sospechoso en el colectivo cuando en la intersección de las calles Autonomista y 116 el hombre, que llevaba consigo un arma de fuego y una cuchilla, comenzó a amenazarlo y lo obligó a cambiar de recorrido.

En ese momento se produjo un forcejeo entre ambos y el agresor le ocasionó un corte en el dedo índice y le amputó el pulgar de la mano derecha a la víctima, que condujo varias cuadras hasta la esquina de las calles 8 y 118, donde el atacante se bajó del colectivo y escapó a pie.

El chofer se comunicó rápidamente con el servicio de emergencias 911 y al entrevistarse con el personal de la comisaría 1ª que acudió al lugar, relató que durante el ataque el sospechoso lo acusaba de haber cometido una infidelidad con su pareja, aunque negó estar relacionado a eso.

La Policía solicitó el traslado del conductor al Hospital Evita Pueblo, donde los médicos le realizaron las curaciones correspondientes y lograron reinjertarle el pulgar, para poco después ser dado de alta, agregaron las fuentes.

Intervino en el hecho la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 3 de Berazategui, a cargo de Gabriela Mateos, quien ordenó el relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona y la toma de testimonios para intentar localizar y establecer la identidad del atacante.

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