Cada año cientos de personas necesitan un donante de médula ósea para recuperar su salud y no cuentan con un donante compatible en su familia por lo que deben recurrir a un donante no emparentado. Por eso existen en el mundo los Registros de Donantes.
En Argentina, para ser donante de médula ósea hay que donar sangre e inscribirse en el Registro Nacional de Donantes Voluntarios de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH).
Eso fue lo que hizo Joaquín Malbrán hace diez años. “Decidí ser donante de médula cuando aún era estudiante de medicina. Había ido a donar sangre y me informaron de qué se trataba la donación de médula y me registré”.
Joaquín es profesional de la salud y se desempeña en el área de ecocardiografía del HEC.
“Hace dos meses me llamaron desde el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) para avisarme que mi médula ósea era compatible con una persona que necesitaba un trasplante. Ahí comenzó el proceso. Primero controlan tu estado de salud para que puedas estar en condiciones de ser donante. Luego durante cinco días con una medicación me estimularon la médula ósea. Y finalmente llegó el día de la donación que fue un centro asistencial de Ciudad de Buenos y duró dos horas y media aproximadamente. Todo es muy fácil y sobre todo gratificante, relató con alegría Joaquín Malbrán.
Inscribirse en el Registro Nacional de Donantes Voluntarios de CPH es un acto solidario, voluntario y altruista.
Inscribíte como donante en el link:
https://www.argentina.gob.ar/inscribirse-como-donante-voluntario-de-medula-osea
