Gonzalo Martínez tiene 36 años y comenzó a imitarlo a los 24. “Desde principios del año 1993 que admiro muchísimo a Michael Jackson, desde todas las áreas ya que siempre dio un mensaje de paz, amor, cuidado, igualdad y unión a todo el planeta pero en 2008 recién me decidí y me animé a comenzar a realizar shows en público en la ciudad de Resistencia, Chaco, porque tenía una gran necesidad, aparte, de poder hacer algo productivo en mi vida y salir un poco de la rutina en la cual estaba inmerso. Mostrar a esa ciudad en donde me encontraba; en una ciudad donde reinaban otros estilos musicales, quién era Michael Jackson a través de mi humilde representación”, aseguró el quilmeño que vivió en Chaco solo cinco años.
Allí trabajó en una fábrica y a su regreso a Quilmes vendió juguetes de colección, entre otras cosas, hasta que a los 24, con la ayuda de su familia, decidió dedicarse de lleno a dar shows como imitador del Rey del Pop.
Es autodidacta. “Nunca fui a aprender estilo Michael Jackson ni coreografías. Me ayudaba con los videos en cámara lenta, en la época del VHS y luego claro que con reproductores de vídeo desde la PC que obvio fue mejor”.
Además de bailar, canta: “no me considero un cantante profesional por eso solo realizo canciones lentas y de fuerte letra y mensaje de Michael, sólo para las videollamadas y durante mis shows sólo al final”,
Toda la ropa está especialmente cuidada y es fruto de una investigación personal en busca de reproducir el imaginario del cantante.
“La mayoría de la ropa de show la hice yo y otras las hizo una modista de Ezpeleta, recomendada por mi madrina y otra modista de Lanús, mamá de mi cuñada. Ahora la ropa de presencia, que sería la indumentaria militar de gala, pues no. La mayoría traje de Rusia, con los accesorios originales tal y como utilizó Michael. Es decir, son réplicas. Me costó muchísimo poder obtener nuestras de los pines militares, charreteras, solaperas, insignias, parches y cordones militares con puntillas para poder encargar al vendedor. Fueron madrugadas enteras investigando verdaderamente lo que Michael llevaba y gracias a Dios que pude lograrlo, aunque es un trabajo que continúa, debido a los cientos de vestuarios que el Rey usaba, tanto en escena como fuera. Por eso aclaro, ropa de Show y de presencia. Son cosas distintas y muy divertidas a la vez”.
Para Martínez es difícil explicar la fascinación de los niños por el recordado artista de pop. “Creo que como a todos los nenes, les encantan las cosas fuera de lo común, lo que no se suele ver en la calle, sólo en las películas. Y Michael Jackson era precisamente alguien que sólo uno podía ver en un film con efectos especiales y no…era él bailando y moviéndose como alguien de otra galaxia, con una voz de ángel que sólo la música te puede explicar”.
