Experiencias en la frontera

Alumnos de Secundaria del Instituto Proyección XXI, cuyos cursos de estudiantes y autoridades -desde hace más de 20 años- realizan acciones solidarias en varios puntos del país. "Tenemos un gran apoyo y el crecimiento es constante", dijo la directora

Desde hace 20 años, alumnos de la Secundaria del Instituto Proyección XXI emprenden una acción solidaria, donde además de colaborar con escuelas de fronteras, realizan un intercambio cultural en el que todos resultan enriquecidos.
Estrella López, directora del establecimiento y dos alumnas, dialogaron con Diario El Sol al respecto de esta experiencia que tiene mucha tradición y que cada vez crece más. Según comentaron, esta iniciativa comenzó en 1998, luego de una propuesta hecha por Gendarmería, donde la idea inicial era colaborar con las escuela de frontera. Allí fue el primer viaje, en esa oportunidad a Jujuy.
«A partir de allí el proyecto fue creciendo y teniendo sus modificaciones. Inicialmente la idea era apadrinar a una escuela de frontera, pero hoy nos estamos dando cuenta que estamos modificando esta postura. Porque más allá de que uno pueda colaborar, nosotros estamos en la búsqueda de que nuestros alumnos puedan emprender un intercambio con una cultura totalmente distinta, con tradiciones distintas. Que compartan con el otro».
Según plantean, el intercambio se da en tres etapas: una primera donde ellos emprenden un primer viaje a la comunidad elegida. Una segunda donde ellos traen a miembros de esa comunidad a Buenos Aires y una instancia final, donde viajan ya conociendo los inconvenientes que allí suceden y listos para poder aprender y aprehender sobre esta nueva perspectiva cultural.
En esta oportunidad, la institución elegida fue la escuela 374, ubicado en Santo Domingo, Jujuy, donde una gran cantidad de chicos también los esperan para poder intercambiar experiencias.
Vanina, una de las alumnas presentes, aseguró: «yo estoy hace mucho tiempo en el colegio y siempre veía que los chicos de cuarto año estaban movilizados por un proyecto en donde se acercaban a estas comunidades y luego cuando crecimos tuvimos la chance de entrar en el proyecto y sin dudas tuve que entrar porque es una gran experiencia de vida. Te da la oportunidad de compartir con otras comunidades. Además lo tomo como una formación para mí en lo particular a nivel personal.
Mariana, otra de las alumnas, aseguró que a pesar de que no hace tanto tiempo que está en la institución. «Yo entré al colegio hace pocos años, recién se nos acercaba la idea de formar parte del proyecto y veía a mis compañeros emocionados con los eventos, intentando llegar a poder juntar lo necesario para el viaje. Luego vimos videos al es muy curioso, porque a pesar de que uno piensa al principio que es uno mismo quien va a ayudar, al final quizás son ellos los que nos terminan ayudando más a nosotros».
Si bien hay proyectos a gran escala donde colabora la institución como el desarrollo de una red eléctrica o la construcción de una sala de nivel inicial, «hay talleres para aprender a pintar, arreglos en madera, talleres de recreación y de cultura. Los chicos aprenden danzas tradicionales del norte y conviven con esta comunidad una semana. La verdad es que es una experiencia totalmente gratificante. En nuestro grupo por ejemplo tenemos ex alumnos que a pesar de que ya tienen su espacio en la universidad, siguen colaborando con nosotros», continuó Estrella.
La directiva de la institución de Bernal Oeste concluyó: «nos gustaría que esto se difunda sobre todo porque quizás al escuchar nuestra historia se despierte esa semillita que uno tiene y que nos indica ‘si ellos lo hacen, por qué no podemos hacerlo nosotros’ quizás no con algo tan a gran escala, pero siempre uno puede colaborar con el otro».
Del 12 al 20 de octubre está previsto que parta el contingente, integrado por un total de 45 personas, entre alumnos, exalumnos y padres responsables para emprender la última etapa de esta cruzada solidaria con escuelas de frontera, la cual, como afirman quienes forman parte del proyecto, no solo comprende la acción de dar, sino que se trata de un intercambio cultural completo, donde los alumnos que comienzan el viaje en el distrito también se enriquecen al compartir una realidad diferente.

 

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